El gobernador de Minnesota, Tim Walz, ha sido objeto de una intensa atención pública pese a un incidente de conducir bajo los efectos del alcohol ocurrido en 1995 en Nebraska, mucho antes de su incursión en la política. Este caso, que ha resurgido en medio de su nominación como compañero de fórmula de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, ha generado controversia y renovado escrutinio sobre su historial.
En aquella ocasión, Walz, entonces maestro de 31 años, fue detenido la noche del 23 de septiembre de 1995 cerca de Chadron, Nebraska, por exceder el límite de velocidad en un 55 mph y por evidencias de alcoholemia en su aliento. Tras someterse a pruebas de sobriedad y de alcoholemia, se declaró culpable en marzo de 1996 de un cargo reducido de conducción imprudente.
Décadas más tarde, al adentrarse en su carrera política y unirse a la fórmula presidencial demócrata, el arresto de Walz ha salido a la luz pública una vez más, generando reacciones y análisis sobre su conducta pasada.
Los registros judiciales revelan que un patrullero de Nebraska registró a Walz a una velocidad de 96 mph en una zona de 55 mph y detectó un fuerte olor a alcohol en su aliento. Tras un análisis de sangre que arrojó un nivel de alcoholemia de 0.128 por ciento, superior al límite legal de 0.10 por ciento, Walz se vio involucrado en un proceso que culminó con una multa de $200 y la suspensión de su licencia por 90 días.
A pesar de este incidente, Walz ha afirmado que decidió dejar de consumir alcohol desde entonces, optando por bebidas alternativas como Diet Mountain Dew. Sin embargo, las implicaciones de este episodio han vuelto a emerger en momentos clave de su carrera política, atrayendo la atención de opositores políticos y medios de comunicación externos a Minnesota.
La revelación más reciente sobre este caso residió en la aparente tergiversación por parte del equipo de campaña de Walz en 2006, donde se sugirió que el incidente se debió a problemas de audición provocados por su servicio en una unidad de artillería en la Guardia Nacional. Contrariamente a estas afirmaciones, los documentos judiciales no mencionan ninguna condición auditiva y evidencian que el patrullero llevó a Walz a la cárcel, desmintiendo así las afirmaciones vertidas en su defensa.
Ante este escrutinio renovado, la campaña Harris-Walz no ha proporcionado declaraciones al respecto, dejando abierto el debate sobre las circunstancias y la gestión informativa del incidente. A pesar de las versiones divergentes y los intentos por minimizar el impacto del arresto, la historia de Tim Walz en 1995 continúa siendo objeto de análisis y controversia en su trayectoria política actual.
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