El cineasta escocés David Mackenzie ha forjado una trayectoria marcada por el realismo y la audacia narrativa, lejos de los caminos trillados de Hollywood. Tras un giro radical en su enfoque cinematográfico con Starred Up (2013), filmada en una prisión real de Belfast, Mackenzie adoptó un estilo crudo y visceral que definiría sus proyectos posteriores. Su compromiso con la autenticidad y la eficiencia lo llevó a rodar Hell or High Water (2016) en solo 17 días, película que no solo consolidó su reputación, sino que también reveló al mundo el potencial de Taylor Sheridan como guionista.
Ahora, con Relay, Mackenzie vuelve a explorar temáticas de rebeldía y resistencia, aunque esta vez en el entorno urbano de Nueva York. Protagonizada por Riz Ahmed, la cinta sigue a un mediador especializado en proteger denunciantes corporativos, utilizando un dispositivo para sordos (TDD) como herramienta clave. La película, que estrena el 22 de agosto, se presenta como un thriller ágil y contemporáneo, con ecos de Hell or High Water en su crítica a las estructuras de poder.
Mackenzie también prepara Fuze, un proyecto que mezcla el suspense de una bomba sin explotar con los giros de un robo, protagonizado por Aaron Taylor-Johnson y Theo James. Aunque admite que el montaje ha sido un desafío, el director confía en entregar un filme intenso y cinematográficamente puro.

Su rechazo a las franquicias predecibles y su preferencia por historias con personajes al margen del sistema lo han convertido en un referente del cine independiente. "El cine ama a los rebeldes", afirma. Y Mackenzie, sin duda, sigue siendo uno de ellos.
«

GIPHY App Key not set. Please check settings