Draymond Green sancionado: critica la integridad arbitral

La NBA ha impuesto una sanción económica significativa a Draymond Green, el pívot estrella de los Golden State Warriors. La liga anunció el miércoles una multa de 50.000 dólares contra el veterano jugador, argumentando que realizó «un comentario inapropiado que cuestiona la integridad de los oficiales del partido».

El incidente que motivó la multa ocurrió durante el tercer partido de las semifinales de conferencia de la NBA, donde los Warriors cayeron 102-97 frente a los Minnesota Timberwolves. El comentario de Green tuvo lugar después de que fuera expulsado por acumulación de faltas a falta de 4 minutos y 38 segundos para el final.

Reportes desde fuentes cercanas a la competición señalan que el comentario en cuestión hacía referencia directa a la línea de apuestas establecida para ese encuentro, específicamente al diferencial de 5.5 puntos favorecido por las casas de apuestas para el partido. Green fue captado por las cámaras desde el banquillo, profiriendo estas palabras durante un tiempo muerto en los segundos finales, mientras el marcador reflejaba 102-94 en favor de los Timberwolves. Pese a dos canastas postreras de los Warriors, la mención al ámbito de las apuestas en el contexto arbitral fue considerada una infracción grave.

Este episodio suma un nuevo elemento al historial disciplinario de Green en la presente postemporada. El jugador acumula la cifra de cinco faltas técnicas, acercándose peligrosamente al umbral de siete que desencadenaría una suspensión automática por un partido. Adicionalmente, ha sido sancionado con dos faltas flagrantes en lo que va de playoffs.

Analizando los antecedentes del jugador, los registros evidencian un patrón recurrente de sanciones económicas. A lo largo de su carrera profesional, las multas impuestas a Green superan los 900.000 dólares, de los cuales una parte sustancial, estimada en 185.000 dólares, corresponde a acciones o comentarios dirigidos hacia los oficiales del juego. A esta cifra se añaden pérdidas económicas estimadas en 3.2 millones de dólares derivadas de suspensiones. La sanción actual subraya la postura de la NBA en la protección de la reputación y la imparcialidad de su cuerpo arbitral, un pilar fundamental para mantener la confianza en la competición.