La esfera del deporte de élite trasciende hoy ampliamente el terreno de juego, convirtiéndose en un formidable motor económico donde figuras globalmente reconocidas amasan fortunas equiparables a las de grandes magnates. Un informe anual que analiza los ingresos de los deportistas más rentables a nivel mundial sitúa, por tercera ocasión consecutiva, a la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo en la cima de esta privilegiada lista, marcando un hito en la confluencia de talento deportivo y poder financiero. Sus ganancias estimadas alcanzan la cifra de 275 millones de dólares, consolidando una senda de ingresos que lo ha llevado a liderar este ranking en cinco ocasiones a lo largo de su carrera.
El traslado del delantero al Al Nassr de la liga saudí ha sido un factor determinante en esta explosión de ingresos. No obstante, la parte sustancial de sus emolumentos no proviene únicamente de su contrato deportivo. Se calcula que aproximadamente 15 millones de dólares de este total se derivan de actividades extradeportivas, una categoría que abarca lucrativos acuerdos de patrocinio y una gestión de su imagen de marca sin precedentes. La vastísima influencia que ejerce a través de sus plataformas digitales, con un seguimiento combinado que supera los 900 millones de usuarios a fecha del estudio en mayo, subraya el poder de la marca personal en la era digital y su impacto directo en la economía del deporte.
En el selecto grupo de los deportistas con mayores ingresos le sigue de cerca la figura del baloncesto Stephen Curry, base de los Golden State Warriors, cuyas estimaciones de ganancias alcanzan los 156 millones de dólares. Escalando posiciones en la clasificación, Curry destaca no solo por sus logros históricos en la NBA, como ser el primer jugador en superar los 4.000 triples, sino por un portafolio de patrocinios que solidifica su posición financiera. Inmediatamente después se sitúa el púgil británico Tyson Fury, con 146 millones de dólares. A pesar de la reciente pérdida de sus títulos mundiales de peso pesado, su perfil mediático y los acuerdos comerciales, incluyendo la promoción turística de destinos como Malta y la difusión de su propia serie documental, han impulsado significativamente su patrimonio.

El quarterback de los Dallas Cowboys en la NFL, Dak Prescott, irrumpe en la cuarta posición con 137 millones de dólares, beneficiado por bonificaciones por fichaje récord y la extensión de su contrato, reflejo de la potencia económica del fútbol americano profesional. Mientras tanto, el astro argentino Lionel Messi, quien militó durante años en equipos como el F.C. Barcelona y el Paris Saint-Germain antes de unirse al Inter Miami en la Major League Soccer (MLS), ocupa el quinto lugar con 135 millones de dólares. Sus ingresos, estables respecto al año anterior, continúan apuntalados por acuerdos de alto perfil con marcas globales como Adidas y Apple, demostrando la perdurabilidad de su estatus como icono deportivo-comercial.
Otro gigante del baloncesto, LeBron James de Los Angeles Lakers, mantiene una presencia destacada en el ranking a medida que se acerca el ocaso de su legendaria carrera, figurando en la sexta plaza con 133,8 millones de dólares. La diversidad geográfica y deportiva de la lista se evidencia con la inclusión del dominicano Juan Soto, jardinero de los New York Mets en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), cuyo monumental contrato de 765 millones de dólares por quince años –el más grande en la historia de este deporte– propulsa sus ingresos anuales estimados hasta los 114 millones de dólares, ubicándolo en el séptimo puesto.
Completan el top 10 otras figuras de talla mundial. El delantero francés Karim Benzema, compañero de Ronaldo en la liga saudí con el Al Ittihad, se sitúa en la octava posición con 104 millones de dólares. Le sigue la sensación japonesa del béisbol, Shohei Ohtani, con 102,5 millones de dólares, a pesar de haber diferido una parte considerable de su salario en su mega-contrato con los Los Angeles Dodgers de la MLB; sus ingresos se vieron incrementados por la victoria de su equipo en las Series Mundiales. Cierra la lista el alero de los Phoenix Suns, Kevin Durant, otro estandarte de la NBA, con 101,4 millones de dólares. Este análisis de las finanzas de la élite deportiva pone de manifiesto no solo el talento físico, sino la cada vez mayor sofisticación en la gestión de la marca personal, los patrocinios y las oportunidades de negocio extradeportivas como pilares fundamentales de unas fortunas que redefinen el concepto de atleta en el siglo XXI.

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