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El diseñador convierte la identidad visual del Festival de Karlovy Vary en un abrazo artístico

El gesto que define la identidad visual del Festival de Karlovy Vary: un abrazo como símbolo de conexión

En un mundo cada vez más dividido, donde las polarizaciones sociales y políticas acaparan los titulares, el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (KVIFF) ha decidido optar por un mensaje de unidad. La 59ª edición del certamen, que se celebra en la pintoresca ciudad balneario checa, ha centrado su imagen corporativa en un gesto tan sencillo como universal: el abrazo.

Detrás de esta decisión está Zuzana Lednická, diseñadora gráfica del estudio praguense Studio Najbrt, conocido por su trabajo innovador en identidad visual. Lednická explica que, tras años utilizando símbolos gráficos abstractos, sintió la necesidad de regresar a una narrativa más humana. "El abrazo es un momento poderoso; representa cercanía, amistad, amor e incluso reconciliación", afirma.

No es casualidad que esta temática haya resonado en distintos ámbitos. Curiosamente, el Festival de Cannes también eligió este año el abrazo como eje de su cartelería. Para Lednická, esto refleja un anhelo colectivo: "Vivimos en una época de confrontación, donde las redes sociales amplifican los conflictos. Necesitamos recordar la importancia del respeto mutuo, aunque no siempre estemos de acuerdo".

La ejecución de esta idea implicó más de cien fotografías, capturadas por el artista Václav Jirásek. A diferencia de proyectos anteriores, el equipo evitó trabajar con actores, optando por retratar a parejas y amigos reales para conservar la autenticidad de la intimidad. "Queríamos escenarios cotidianos, que pudieran ser tanto fragmentos de vida como escenas de película", detalla la diseñadora. De todas las imágenes, solo quince fueron seleccionadas para la campaña final.

Studio Najbrt lleva tres décadas a cargo de la identidad visual del festival, destacándose por propuestas audaces que trascienden lo convencional. Entre sus trabajos anteriores destaca la edición inspirada en el popular libro ¿Dónde está Wally?, que combinó humor y nostalgia. "El KVIFF es un cliente que no teme asumir riesgos", comenta Lednická.

Más allá del impacto gráfico, la diseñadora resalta el valor social de este enfoque: "La reacción del público es siempre impredecible. Esa mezcla de nerviosismo y curiosidad nos mantiene alerta, incluso después de 30 años". En un contexto donde el cine sigue siendo un refugio ante la fragmentación global, el abrazo se erige no solo como un gesto, sino como una declaración.

Mientras los carteles del festival inundan las calles de Praga, la pregunta planteada por los organizarios resuena con especial fuerza: "¿Es esto cine? Sí, pero sobre todo, es vida".

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Escrito por Redacción - El Semanal

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