En un reciente estudio, se ha descubierto la fascinante habilidad del pez arquero para cazar a sus presas con un método único y letal. Este experto escupidor lanza chorros de agua a pequeños insectos, que caen desde las hojas o ramas cercanas a la superficie del agua, permitiéndole al pez atrapar su comida de forma eficiente.
Un equipo de científicos ha observado y filmado en detalle la técnica del pez arquero, descubriendo que estos peces modifican el flujo de agua durante el lanzamiento para afinar su puntería. Lo más sorprendente es que logran cambiar la abertura de su boca para controlar la dirección y la fuerza del chorro de agua, sin necesidad de ajustar la presión o recurrir a movimientos rápidos en el agua.
Según Stefan Schuster, investigador de la Universidad de Bayreuth en Alemania, esta habilidad única del pez arquero de manipular activamente la dinámica del chorro de agua es comparable a las habilidades de los humanos. En un experimento, Schuster y su colega Peggy Gerullis entrenaron a dos peces arqueros para disparar a objetivos a diferentes distancias y calcular las fuerzas implicadas en el escupitajo.
Los científicos descubrieron que la gota de agua en la punta del chorro, que hace caer a la presa, se forma justo antes del impacto, lo que sugiere que la física detrás de la técnica del pez es más compleja de lo que se creía. Esta precisa habilidad del escupidor podría incluso inspirar el diseño de boquillas de mangueras en el futuro.
En definitiva, el pez arquero demuestra una increíble destreza al cazar utilizando un método tan especializado y preciso, que ha sorprendido a la comunidad científica. Su capacidad de controlar con precisión el flujo de agua y formar una gota letal en su escupitajo lo convierte en un verdadero maestro del arte de cazar en el reino submarino.
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