El Rey Carlos III, al ascender al trono, renunció al billonario patrimonio que poseía desde hace 70 años. Sin embargo, su fortuna se vio compensada con otro billonario patrimonio que generó un excedente de más de $48 millones el año pasado, según los informes financieros.
La Casa de Lancaster es una «antigua institución encargada de gestionar una cartera de inversiones en tierras, propiedades e inversiones financieras», según su sitio web oficial. Su principal objetivo es proporcionar ingresos al Soberano como Duque de Lancaster, y en el último año, la Casa aportó ingresos por valor de £27.4 millones ($48.7 millones).
Este valor aumentó un 4.5 por ciento respecto al año anterior y ha estado creciendo durante los últimos tres años. El valor total del patrimonio es vasto y sigue en aumento, con un valor neto que creció un uno por ciento en 2024, alcanzando los £647.6 millones ($1.15 billones).

A pesar de su tamaño, la Casa de Lancaster se ubica en segundo lugar cuando se compara con la Casa de Cornualles, que fue heredada por Guillermo, el Príncipe de Gales, en 2022. Este patrimonio tiene un valor neto de £1.1 billones ($1.98 billones) y generó un excedente de ingresos de £23.6 millones ($42.1 millones) el año pasado.
Estos datos reflejan la importancia de las propiedades reales y su papel en la generación de ingresos para la Corona. La gestión efectiva de estos patrimonios contribuye significativamente al sustento de la monarquía y al desarrollo de actividades y responsabilidades reales.

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