La contratación de un destacado director técnico internacional suele revestir la máxima preocupación por el aspecto financiero. Contratar talento de primer nivel requiere pagar una suma considerable, y en lo que respecta al próximo entrenador de la selección masculina de fútbol de Estados Unidos, la Federación de Fútbol de los Estados Unidos parece estar dispuesta a cumplir, tanto en términos de la cantidad como en los mecanismos mediante los cuales se compensa a dicho entrenador.
A lo largo de la existencia de la USSF, la compensación del entrenador de la USMNT provenía estrictamente de los fondos de la federación. Esa cantidad ha fluctuado en cierto grado, pero en su mayoría ha aumentado con el tiempo. Según las revelaciones financieras de la USSF, en el año fiscal 2011, que incluyó la Copa Mundial de 2010, el entonces entrenador Bob Bradley recibió $941,647. Cuando Jürgen Klinsmann fue contratado en 2011, la cantidad aumentó considerablemente. En el año fiscal que incluyó la Copa Mundial de 2014, Klinsmann recibió $3.2 millones. Gregg Berhalter recibió $2.3 millones en su año de Copa del Mundo, incluido un bono de $900,000 por clasificar para la Copa del Mundo de 2022.
Según informes, Gareth Southgate, recientemente salido del cargo de seleccionador de Inglaterra, habría ganado £5 millones ($6.4 millones) al año. La USSF podría necesitar acostumbrarse a ofrecer ese tipo de dinero. Tras el despido de Berhalter hace dos semanas, se espera que la federación busque en el extranjero para encontrar su reemplazo. Se confirmó que el director deportivo de U.S. Soccer, Matt Crocker, pasó la semana pasada en Europa con la intención de contratar a un entrenador extranjero. Reclutar un talento de este tipo probablemente costará considerablemente más de lo que la USSF ha gastado en el pasado para cubrir el puesto.
Todas estas cuestiones plantean la pregunta: ¿Puede Estados Unidos encontrar la manera de conseguir suficiente dinero para contratar al entrenador que realmente desea? Las organizaciones deportivas están encontrando formas cada vez más creativas de financiar la adquisición de jugadores y entrenadores, incluso utilizando partes externas.
Es claro que la USSF está dispuesta a invertir para elevar el nivel de la selección nacional masculina de fútbol. Las soluciones incluyen el apoyo de patrocinadores para cubrir la diferencia entre las exigencias del entrenador y lo que la USSF considera que puede pagar. También se contempla la posibilidad de diferir la compensación a años futuros.
Con el Mundial de 2026 a la vuelta de la esquina, el desempeño de la USMNT en torneos recientes ha generado preocupación sobre la capacidad del equipo para capitalizar la oportunidad de crecimiento que representa un Mundial en suelo estadounidense. En este contexto, la inversión en un entrenador de renombre podría ser crucial para impulsar el rendimiento del equipo.
En definitiva, la búsqueda de formas innovadoras de financiar la contratación del próximo entrenador de la USMNT refleja la importancia y el compromiso de la federación con el desarrollo y el éxito del fútbol en Estados Unidos.
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