François Bayrou abandona el gobierno: Francia se sumerge en la incertidumbre política
La dimisión del primer ministro francés, François Bayrou, tras perder una moción de confianza en la Asamblea Nacional, marca un episodio sin precedentes en la política gala. Con 364 votos en contra y solo 194 a favor, el líder centrista del MoDem no logró consolidar su posición, debilitado por una serie de escándalos y un presupuesto para 2026 calificado por muchos de excesivamente riguroso y desigual. Bayrou, quien asumió el cargo el 13 de diciembre de 2024, presentó su renuncia al día siguiente del histórico revés parlamentario.
Analistas políticos coinciden en que su caída no sorprende. El gobierno de Bayrou enfrentó desde el inicio el desafío de navegar una crisis política, económica y social, heredada de una década bajo el liderazgo de Emmanuel Macron. Sin embargo, sus medidas de austeridad y la falta de consenso aceleraron su declive. «Era una bomba de tiempo», afirmó un experto en asuntos europeos, quien señaló que la gestión de Bayrou careció del apoyo necesario para mantener estabilidad en un clima tan polarizado.

El país se encuentra ahora en un limbo político. Según la Constitución, corresponde al presidente de la República nombrar un nuevo primer ministro, pero el fantasma de una posible disolución de la Asamblea Nacional ronda los pasillos del poder. Un escenario que, de materializarse, podría reconfigurar por completo el tablero político francés. Mientras tanto, las protestas sociales no dan tregua: una jornada de paros convocada para el 10 de septiembre, seguida por otra huelga general el día 18, amenaza con paralizar sectores clave como el transporte y la educación.
La incertidumbre se intensifica mientras Francia busca una salida a una crisis que parece lejos de resolverse. Las próximas semanas serán decisivas para determinar si el país logra estabilizarse o si, por el contrario, se encamina hacia un escenario de mayor inestabilidad.

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