Google y Meta se involucraron en un proyecto secreto que ha levantado preocupaciones sobre la entrega de anuncios personalizados a usuarios menores de 18 años. Según documentos filtrados, esta alianza se centró en dirigir anuncios de YouTube a jóvenes de entre 13 y 17 años, promocionando así Instagram de manera más precisa para atraer a este grupo demográfico.
Esta campaña se llevó a cabo a través de un programa de marketing que se enfocó en usuarios marcados como «desconocidos» en Google Ad Manager. Aunque la prioridad era publicitar a menores de 18 años, se tomaron medidas para evitar que los verdaderos objetivos de la campaña se oscurecieran. Esta estrategia estuvo en pleno desarrollo mientras Mark Zuckerberg comparecía ante el Congreso en enero, disculpándose posteriormente por la controversia generada en torno a la toxicidad de Instagram para los jóvenes.
Curiosamente, Google y Meta, dos rivales en el ámbito digital, unieron fuerzas para contrarrestar el creciente éxito de TikTok entre los jóvenes. Este movimiento estratégico fue reconocido por Zuckerberg, quien mencionó que sus esfuerzos para atraer a la audiencia de entre 18 y 29 años estaban dando resultados, aunque no se había abordado aún el desafío de conquistar a un público más joven.

Los documentos filtrados revelaron que este proyecto piloto se implementó en Canadá entre febrero y abril de 2024 con resultados alentadores, lo que llevó a la planificación de pruebas en EE.UU. en mayo, con miras a expandirlo a otros mercados internacionales. Sin embargo, a pesar del éxito inicial, la compañía Google ha cancelado el proyecto y anunciado una investigación interna, negando haber infringido directamente su política de restricción de anuncios personalizados a menores de 18 años.
Ante esta situación, Meta ha mantenido su postura, declarando que la segmentación de audiencias como «desconocidas» no implica infringir normas ni dirigirse intencionadamente a un grupo específico, asegurando que respetan sus políticas internas. En respuesta a estas prácticas, el Senado de Estados Unidos aprobó recientemente la Ley de Seguridad Infantil en Línea (Kosa), con el objetivo de regular y prevenir el impacto negativo de las redes sociales en los jóvenes.
En conclusión, el acuerdo secreto entre Google y Meta para dirigir anuncios personalizados a usuarios jóvenes ha generado controversia y ha desencadenado acciones regulatorias para salvaguardar la seguridad de los menores en línea. Esta colaboración inesperada entre dos gigantes tecnológicos plantea interrogantes sobre la ética en la publicidad digital y la protección de los derechos de los jóvenes en el entorno digital actual.

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