El mes de agosto nos brindará un espectáculo lunar imperdible con la primera de cuatro superlunas que se podrán admirar este año, ofreciendo vistas tentadoras de nuestro constante compañero terrestre.
Los aficionados a la observación de estrellas podrán disfrutar del primer acto el próximo lunes cuando la luna llena se acerque un poco más de lo habitual, haciéndola parecer ligeramente más grande y brillante en el cielo nocturno.
Noah Petro, científico del proyecto Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA, señala: «Me gusta pensar en la superluna como una buena excusa para empezar a observar la luna de manera más regular».
La superluna de agosto dará inicio a una serie de espectáculos lunares. La superluna de septiembre coincidirá con un eclipse lunar parcial. La de octubre será la más cercana del año, y la de noviembre cerrará el ciclo.
¿Qué hace que una luna sea tan especial?
Aunque más un término popular que científico, una superluna ocurre cuando una fase lunar completa coincide con un acercamiento especialmente cercano a la Tierra. Esto suele suceder solo tres o cuatro veces al año, de forma consecutiva, debido a la órbita constantemente cambiante y ovalada de la luna.
Una superluna no es realmente más grande, pero puede parecerlo, aunque los científicos señalan que la diferencia puede ser apenas perceptible.
¿Cómo se comparan las superlunas?
Este año tendremos cuatro superlunas. La primera estará a 224,917 millas (361,970 kilómetros) de distancia. La siguiente estará casi 3,000 millas (4,484 kilómetros) más cerca la noche del 17 de septiembre. Esa noche también habrá un eclipse lunar parcial visible en gran parte de las Américas, África y Europa, cuando la sombra de la Tierra caiga sobre la luna, pareciendo una pequeña mordida.
La superluna de octubre será la más cercana del año, a 222,055 millas (357,364 kilómetros) de la Tierra, seguida por la superluna de noviembre a una distancia de 224,853 millas (361,867 kilómetros).
¿Qué beneficios hay para nosotros?
Los científicos señalan que solo los observadores más agudos pueden discernir las diferencias sutiles. Es más fácil detectar el cambio en el brillo, ya que una superluna puede ser un 30% más brillante que lo habitual.
Con Estados Unidos y otros países intensificando la exploración lunar con módulos de aterrizaje y, eventualmente, astronautas, la luna atrae más que nunca. Como científico del proyecto para el primer equipo de caminantes lunares que llegarán bajo el programa Artemis, Noah Petro se muestra entusiasmado por el renovado interés lunar.
«Ciertamente hace que sea más divertido mirar fijamente», señala Petro.
El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe apoyo del Grupo de Medios de Ciencia y Educación del Instituto Médico Howard Hughes. The AP es el único responsable de todo el contenido.
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