Un reciente hallazgo ha revelado información fascinante sobre la construcción de la primera pirámide en Egipto, la Pirámide de Zoser, también conocida como la pirámide escalonada de Saqqara. Esta estructura, erigida durante el reinado del faraón Zoser de la Tercera Dinastía alrededor del 2670 a.C., es un monumento de importancia monumental que marca un hito en la arquitectura antigua.
Inicialmente concebida como una mastaba, la Pirámide de Zoser fue ampliada en varias etapas hasta alcanzar su forma final de seis pisos escalonados, con una altura aproximada de 60 a 62 metros. Esta pirámide, junto con otras construcciones similares, no solo servía como tumba para los faraones, sino que también representaba avances significativos en la tecnología de construcción y en el desarrollo de complejos funerarios asociados.
Un equipo de investigadores ha planteado una nueva teoría revolucionaria sobre la construcción de esta pirámide icónica. Según su investigación, la cuenca hidrológica cercana a las pirámides muestra características de una presa de sedimentación que recoge sedimentos y agua. Además, la topografía circundante sugiere la existencia de un posible lago efímero al oeste del complejo Djoser, junto con un flujo de agua dentro del foso que rodea la estructura.
Basándose en estos hallazgos, los investigadores proponen que la sección sur del foso y la presunta presa de sedimentación actuaban como un sistema hidráulico unificado que regulaba el flujo de agua y mejoraba su calidad. Además, la estructura interna de la pirámide parece consistente con un mecanismo de elevación hidráulico que hasta ahora no se había identificado en construcciones antiguas.
El uso de tecnología avanzada de imágenes satelitales y modelos digitales de elevación permitió a los investigadores trazar la influencia de la red hidrológica antigua en los proyectos de construcción de Zoser. Este enfoque reveló cómo los antiguos egipcios aprovecharon el paisaje natural para alcanzar sus metas arquitectónicas, marcando un hito en la comprensión de sus habilidades técnicas.
Además, estudios numéricos detallados han demostrado que la construcción de la Pirámide de Zoser requirió un volumen mínimo de agua para elevar los niveles estructurales. Esta investigación arroja luz sobre la ingeniería hidráulica avanzada que los antiguos egipcios emplearon para erigir monumentos de esta magnitud, desafiando las percepciones previas sobre sus capacidades tecnológicas.
En conclusión, este estudio presenta una visión fascinante de cómo los antiguos arquitectos egipcios pudieron haber utilizado el poder del agua para construir las enormes estructuras que aún perduran en la actualidad. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre el conocimiento y la innovación técnica de esta antigua civilización, abriendo nuevas líneas de investigación en el campo de la arqueología y la ingeniería.
GIPHY App Key not set. Please check settings