En un trágico desenlace, las cinco lagartijas enviadas al espacio en un satélite ruso como parte de un experimento sexual han sido confirmadas como fallecidas por Roscosmos, el organismo espacial de Rusia.
Según un comunicado emitido por Roscosmos, la sonda Foton-M4 regresó a la Tierra el pasado lunes, y se ha informado a través de agencias de noticias rusas que los expertos creen que las lagartijas pudieron haber muerto congeladas debido a una falla en el sistema de calefacción.
Estos reptiles fueron enviados al espacio como parte de un estudio sobre el efecto de la ingravidez en la vida sexual y el desarrollo de los animales, y un funcionario del Instituto de Problemas Médicos y Biológicos de Rusia ha declarado a la agencia de noticias Itar-Tass que «Podemos decir con seguridad que murieron al menos una semana antes del aterrizaje porque sus cuerpos estaban en parte momificados».
A pesar de este trágico desenlace, las moscas de la fruta que también formaban parte de la misión lograron sobrevivir y reproducirse en el espacio, tal y como ha informado Roscosmos en su comunicado oficial.
El satélite de seis toneladas fue lanzado el 19 de julio y tenía previsto permanecer dos meses en órbita realizando experimentos, sin embargo, regresó a la Tierra después de 44 días en el espacio.
A pesar de que Roscosmos perdió brevemente el contacto con la nave poco después de su lanzamiento, lograron restablecer la comunicación casi de inmediato.
En medio de la incertidumbre sobre la causa exacta de la muerte de las lagartijas y la supervivencia de las moscas de la fruta, este trágico incidente en el espacio ha generado un debate sobre la importancia de garantizar el bienestar y la seguridad de los animales utilizados en experimentos científicos fuera de nuestro planeta.
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