Redacción - El Semanal
La gestión sostenible de los residuos en España es un tema crucial que requiere de un debate profundo y urgente. En un contexto donde la Unión Europea establece objetivos ambiciosos, es fundamental impulsar políticas y soluciones que aceleren un cambio de paradigma en el país. En este escenario, la valorización energética de residuos surge como una herramienta indispensable para cumplir con las metas europeas y avanzar hacia una economía circular.
Hemos tenido la oportunidad de conversar con Joaquín Pérez Viota, recientemente nombrado presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu), quien nos ha brindado una visión detallada sobre el panorama actual y los desafíos que enfrenta el sector en España. Pérez Viota, ingeniero de formación, cuenta con una amplia trayectoria en la gestión de residuos, habiendo ocupado cargos de responsabilidad en diversas instalaciones tanto en España como en Francia.
En su nuevo rol al frente de Aeversu, Pérez Viota se propone promover la valorización energética como una herramienta clave para reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos y minimizar el impacto medioambiental. Además, busca mejorar la eficiencia de las instalaciones existentes y explorar oportunidades de crecimiento responsable, con un enfoque en el impacto económico y social en las comunidades locales.
La situación actual de la valorización energética en España presenta un desafío importante, ya que el país envía alrededor del 47% de sus residuos a vertederos, una cifra significativamente alta en comparación con otros países europeos. Solo un 11% de los residuos son valorizados energéticamente, evidenciando la necesidad de incrementar esta capacidad para cumplir con los estándares europeos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los principales desafíos que enfrenta el sector en España incluyen la necesidad de avanzar hacia un modelo de economía circular sostenible, promoviendo la reducción de residuos en vertederos y la recuperación energética. Además, es crucial iniciar un debate nacional sobre el aumento de la capacidad de valorización energética, alineado con los objetivos europeos de minimizar el uso de vertederos y fomentar el reciclaje.
Para lograr un cambio de tendencia en España, es fundamental duplicar la capacidad de tratamiento de residuos no reciclables mediante la valorización energética. Esto no solo reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también aprovecharía la energía de los residuos como una fuente renovable y local. Asimismo, es necesario alinear las políticas nacionales con las directivas de la Unión Europea para avanzar hacia un futuro más sostenible.
La valorización energética de residuos no solo tiene beneficios ambientales significativos, como la reducción de emisiones de metano y la contaminación del suelo, sino que también contribuye al desarrollo económico de las comunidades locales. Ejemplos en Europa demuestran el potencial de esta tecnología, con casos como Copenhill en Copenhague o TERSA en Barcelona, que suministran energía a miles de hogares y edificios.
En definitiva, el futuro de la gestión de residuos en España se vislumbra a través de la integración de tecnologías limpias y eficientes, donde la valorización energética juega un papel fundamental. Con un enfoque en la sostenibilidad y la economía circular, el sector se encamina hacia un futuro más prometedor y respetuoso con el medio ambiente.
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