En el mundo de las inversiones y el lujo, las burbujas han sido un tema recurrente en los últimos años. Se ha hablado mucho sobre la burbuja inmobiliaria en China, la burbuja de las criptomonedas e incluso la burbuja de inteligencia artificial. Sin embargo, como un susurro en medio de un bosque, la burbuja de los relojes de lujo ha estallado silenciosamente.
La disminución de los precios en el mercado de relojes de lujo de segunda mano proporciona una visión detallada del estado actual de la industria. Esta caída explica en gran medida la reciente bajada en las ventas de marcas de moda de lujo, lo que sugiere que la recuperación en las ventas de los relojes más exclusivos puede retrasarse más de lo previsto.
El efecto mariposa de esta caída en el mercado de segunda mano ha impactado en los balances de las grandes marcas de lujo, afectando negativamente a sus expectativas de beneficios y al precio de sus acciones.
Empresas líderes en el sector, como Richemont, propietaria de marcas como Cartier y Vacheron Constantin, han experimentado una caída del 13% en las ventas de relojes. Asimismo, el LVMH de Bernard Arnault ha reportado un descenso del 4% en el rendimiento de su división de relojes y joyería, lo que ha influido en la disminución de la riqueza de su principal directivo.
La industria de artículos de lujo se apoya en el mercado secundario de relojes de lujo para mantener un equilibrio delicado, reduciendo la producción de nuevos modelos para mantener la escasez en el mercado. Este equilibrio de oferta y demanda permite a las marcas mantener altos precios y una sensación de exclusividad.
En medio de la pandemia, los relojes de lujo se convirtieron en una inversión atractiva para los criptomillonarios, lo que aumentó la demanda y los precios en el mercado de segunda mano. Sin embargo, con la disminución de las restricciones y la sobreoferta actual, la burbuja de los relojes de lujo se ha visto afectada, diluyendo su interés como inversión a largo plazo.
Los coleccionistas serios de relojes de lujo, que aprecian estas piezas más allá de su valor monetario, ahora pueden tener acceso más fácil a modelos raros, ya que la especulación en el mercado ha disminuido.
En cuanto a los fabricantes, aquellos con una larga tradición relojera como Patek Philippe pueden mantener sus ventas con listas de espera, mientras que marcas más «generalistas» como TAG Heuer o Hublot pueden enfrentar desafíos en un mercado que cambia rápidamente.
En conclusión, la burbuja de los relojes de lujo ha estallado silenciosamente, afectando a las grandes marcas y redefiniendo el mercado de segunda mano. Los cambios en la demanda y la oferta han impactado en la percepción y el valor de estos codiciados objetos de lujo.
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