En un hecho sin precedentes, los cancilleres de Irán y Arabia Saudita se reunieron el domingo en Nueva York, marcando así su primer encuentro desde el año pasado. La histórica reunión, reportada por medios oficiales iraníes, ha despertado expectativas de un cambio en las tensas relaciones entre ambos países, quienes han mantenido posturas opuestas en conflictos como los de Siria e Irak.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, sostuvo un diálogo con su homólogo saudita, el príncipe Saud al Faisal, y declaró a los medios iraníes que se vislumbra la posibilidad de abrir un nuevo capítulo en la complicada relación entre los dos poderosos rivales regionales. Esta reunión, que coincide con la amenaza representada por el Estado Islámico, un enemigo común para ambos países, podría marcar un punto de inflexión en la política de la región.
La presencia de ambos cancilleres en la misma mesa de negociaciones es un síntoma de la creciente preocupación por la influencia del Estado Islámico en la región, un grupo que ha desatado el caos en numerosos países del Medio Oriente. A pesar de sus diferencias ideológicas y políticas, Irán y Arabia Saudita parecen haber encontrado un terreno común en la lucha contra este enemigo en común, lo que podría cambiar el panorama geopolítico de la región.
El mundo observa con atención estas señales de distensión entre dos potencias que han mantenido una rivalidad histórica. La posibilidad de una colaboración estratégica en medio de la amenaza del Estado Islámico representa un giro inesperado en la política regional, que podría tener repercusiones a nivel global. Habrá que estar atentos a los próximos movimientos de estos dos actores clave en el escenario internacional.
GIPHY App Key not set. Please check settings