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James McAvoy debuta como director con una propuesta cautivadora

James McAvoy debuta como director con "California Schemin’", un relato audaz sobre impostores del hip-hop

El actor escocés James McAvoy, conocido por su versatilidad en la pantalla grande, da el salto a la dirección con California Schemin’, una comedia dramática basada en una historia real tan descabellada que parece sacada de un guion. El filme, presentado en el Festival Internacional de Cine de Toronto, narra la peculiar odisea de dos jóvenes de Dundee que se hicieron pasar por raperos californianos para colarse en la industria musical.

A principios de los años 2000, Billy Boyd (Samuel Bottomley) y Gavin Bain (Seamus McLean Ross), dos amigos escoceses con aspiraciones de convertirse en estrellas del rap, se toparon con un obstáculo inesperado: su acento. Etiquetados como "los Proclaimers del rap", decidieron reinventarse con identidades falsas, afirmando ser de California. El engaño, increíblemente, funcionó. Con acentos ensayados a base de películas como Jerry Maguire y The Usual Suspects, lograron firmar con un sello discográfico importante, desencadenando una serie de eventos tan divertidos como caóticos.

McAvoy, quien también aparece en el reparto como un productor musical, dirige con un estilo desenfadado pero preciso, capturando la esencia de una época en la que el hip-hop comenzaba a dominar las listas de éxitos. Aunque la trama sigue los tropes clásicos del ascenso y caída, la película se distingue por su ritmo ágil y un elenco carismático, especialmente Ross y Bottomley, quienes encarnan con autenticidad a los impostores.

El guion, escrito por Archie Thomson y Elaine Gracie, se inspira en las memorias de Bain, Straight Outta Scotland, y en el documental The Great Hip Hop Hoax. Sin embargo, la cinta no evita tomar licencias creativas. Por ejemplo, en la vida real, el contrato de la banda fue con Sony Music UK, no con una discográfica ficticia, y su separación ocurrió años antes de que se revelara el engaño.

Más allá de los detalles dramatizados, California Schemin’ reflexiona sobre la identidad y el precio de la fama. A diferencia de casos como Milli Vanilli, Boyd y Bain nunca recurrieron a playback: sus rimas, aunque mal articuladas, eran genuinas. La película logra equilibrar el humor y la crítica social, ofreciendo un relato que, pese a su tono ligero, cuestiona la obsesión por la autenticidad en un mundo donde la imagen lo es todo.

Con su ópera prima, McAvoy demuestra un talento prometedor detrás de las cámaras, evitando grandiligencias para centrarse en la humanidad de sus personajes. Mientras el cine independiente británico busca nuevas voces, esta propuesta podría consolidarse como una de las sorpresas del año, especialmente si logra distribución internacional tras su paso por Toronto.

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Escrito por Redacción - El Semanal

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