Redacción - El Semanal
El conflicto histórico entre Japón y Corea del Sur resurge en la ONU por la cuestión de las "mujeres de consuelo"
La tensión diplomática entre Japón y Corea del Sur ha vuelto a manifestarse en un escenario internacional clave: las Naciones Unidas. Ambos países han enviado cartas enfrentadas en las que reiteran sus posturas sobre el tema de las llamadas mujeres de consuelo, un eufemismo para referirse a las víctimas de esclavitud sexual durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
Seúl acusa a Tokio de eludir su responsabilidad histórica y exige disculpas formales y compensaciones para las víctimas. Mientras, el gobierno japonés insiste en que el acuerdo bilateral de 2015, en el que se ofrecieron mil millones de yenes (unos 7,2 millones de euros) como indemnización, resolvió el asunto de manera definitiva. Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos y algunos sectores políticos en Corea del Sur rechazan este planteamiento, argumentando que no se tuvo en cuenta la voz de las supervivientes.
El desacuerdo trasciende lo diplomático y refleja una fractura más profunda entre ambas naciones, que comparten vínculos comerciales y estratégicos en la región asiática, pero cuyos lazos políticos siguen lastrados por el pasado. Mientras tanto, las últimas víctimas, ya octogenarias y nonagenarias, ven cómo el tiempo se agota sin que se concrete una solución que ellas consideren justa.
Este conflicto no solo afecta las relaciones bilaterales, sino que también pone en evidencia los desafíos que persisten en la reconciliación histórica en Asia, donde las heridas de la guerra permanecen abiertas décadas después. Observadores internacionales han señalado que, sin un reconocimiento pleno de los hechos, será difícil avanzar hacia una verdadera estabilidad en la región.
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