En la oficina de los Demócratas del Municipio de Waukegan, Illinois, se encuentra una caja de postales con direcciones de Wisconsin recolectadas durante una fiesta de escritura de postales para ayudar a movilizar votantes en ese estado. En medio de la sala reposan carteles caseros de Harris-Walz. «Sabemos que están distribuyendo estos carteles por todas partes en Wisconsin», dijo Matt Muchowski, presidente del club demócrata. «Aquí en Waukegan, ha sido más difícil conseguir carteles de Harris, así que estamos imprimiendo los nuestros». Una de las razones por las que estos carteles han escaseado es que Waukegan se encuentra en Illinois, un estado que no es un punto de equilibrio para las elecciones presidenciales, pero que se sitúa justo al lado de uno.
Este hecho simboliza la falta de atención que reciben las ciudades que no se encuentran en estados clave durante las campañas presidenciales. El sistema único de Colegio Electoral de los Estados Unidos, que sustituye el voto popular, concentra el poder de voto de manera desproporcionada en unos pocos estados con división política equitativa, lo que garantiza que la mayoría de los recursos de campaña y la atención de los candidatos presidenciales se concentren en esos estados. Esta falta de atención deja a los votantes en gran parte del país sintiéndose marginados y excluidos. Es una línea divisoria que se siente agudamente en lugares como Waukegan, uno de los suburbios más alejados de Chicago.
La última vez que un candidato presidencial puso pie en la ciudad de mayoría latina y clase trabajadora fue cuando el ex presidente Donald Trump aterrizó en su aeropuerto en 2020. Tras dar un breve saludo, Trump se subió inmediatamente a una SUV que lo llevó a través de la frontera a Kenosha, Wisconsin.
En contraste, Racine, una ciudad de tamaño similar en Wisconsin, ha recibido más atención durante las elecciones presidenciales. Tanto Trump como el presidente Joe Biden han realizado visitas y resaltado la importancia de los votantes en sus discursos. Esta disparidad en la atención electoral deja a muchos residentes de Waukegan sintiéndose excluidos y relegados en la conversación nacional.
El sistema del Colegio Electoral, que privilegia a unos pocos estados clave en las elecciones presidenciales, ha generado sentimientos de marginación en lugares como Waukegan. A pesar de su diversidad cultural, la ciudad enfrenta altas tasas de pobreza, desempleo y problemas medioambientales, fruto del abandono de la industria a lo largo de los años. Esta situación ha llevado a residentes como Thomas Maillard a cuestionar la atención que reciben de los candidatos y a señalar el sistema electoral actual como un factor que contribuye a su negligencia.
A pesar de la falta de reconocimiento político, algunos residentes elogian el espíritu emprendedor de Waukegan, que se traduce en una organización política local en torno a temas como la vivienda y la justicia ambiental. Aunque los candidatos presidenciales suelen pasar de largo por la ciudad, las comunidades locales se mantienen unidas y solidarias, buscando soluciones por sí mismas en lugar de depender de la atención política externa.
En conclusión, la falta de atención de los candidatos presidenciales hacia ciudades como Waukegan resalta las deficiencias del sistema político actual, que privilegia a unos pocos estados decisivos en detrimento de comunidades marginadas. A pesar de ello, los residentes de Waukegan continúan mostrando su espíritu de lucha y solidaridad, demostrando que, a pesar de la falta de reconocimiento político, su potencial y determinación siguen siendo fuertes.
¡Vaya tema complicado el del Colegio Electoral en las elecciones presidenciales de EE. UU.! Es un sistema tan distinto al directo que tenemos en otros países que a veces cuesta entenderlo del todo. Pero al final del día, parece que es parte de las reglas del juego en la democracia estadounidense. ¿Alguien sabe si realmente representa la voluntad popular o si necesita alguna reforma? Me encantaría escuchar otras opiniones al respecto. 🤔