La inversión de la OTAN en defensa va más allá de los recursos minerales clave

La reinterpretación de la moda en tiempos de incertidumbre geopolítica

Mientras los líderes mundiales debaten en cumbres multilaterales cómo reforzar la seguridad colectiva, el sector de la moda enfrenta un giro inesperado: la creciente influencia de la geopolítica en las tendencias y estrategias del lujo. La reciente cumbre de la OTAN, donde se comprometió destinar un 5% del PIB a defensa —incluyendo hasta un 1.5% a infraestructuras con doble uso—, ha abierto un debate sobre cómo proyectos aparentemente ajenos a la pasarela, como la explotación de minerales críticos o las redes logísticas, podrían redefinir el futuro de la industria.

Infraestructura y lujo: una conexión insospechada
Ejemplos como la Autobahn alemana o las carreteras interestatales de EE.UU., diseñadas con fines militares pero vitales para el transporte comercial, ilustran cómo las inversiones en conectividad pueden tener un impacto indirecto en sectores como la moda. David Perry, analista del Canadian Global Affairs Institute, señala que "no todo proyecto vial calificará, pero aquellos que faciliten el acceso a regiones ricas en recursos, como el Ártico, sí podrían justificarse". Esta lógica, aplicada a la cadena de suministro de materiales, afecta directamente a marcas que dependen de metales preciosos o fibras técnicas.

Minerales críticos: el nuevo oro de la alta costura
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha subrayado repetidamente el papel estratégico de minerales como el litio o el níquel —esenciales para baterías y electrónica— en la seguridad nacional y, por extensión, en la producción de dispositivos wearables y accesorios tecnológicos. "Desarrollaremos estos recursos no solo para defensa, sino para potenciar industrias innovadoras", declaró durante la cumbre. Proyectos como el anillo de fuego en Ontario, clave para la extracción de tierras raras, podrían acelerarse bajo nuevas legislaciones, reduciendo la dependencia de China y abaratando costos para firmas que integran tecnología en sus diseños.

El costo oculto de la seguridad
Sin embargo, expertos como Kevin Page, exdirector de la Oficina Presupuestaria de Canadá, advierten sobre los desafíos financieros: "Hablamos de billones en infraestructura y años de trámites antes de ver resultados". Este escenario obliga a las empresas a replantear sus estrategias de abastecimiento, especialmente ante posibles subsidios estatales a minerales "patrióticos" o aranceles a importaciones. Marcas europeas ya exploran acuerdos con mineras en países aliados, como Australia o Canadá, para asegurar materias primas sin violar normativas geopolíticas.

Moda y resiliencia: más allá de las telas
La declaración de la OTAN menciona explícitamente la necesidad de fortalecer la "preparación civil y la resiliencia", un concepto que la industria ha adoptado tras COVID-19. Iniciativas como almacenes compartidos entre marcas o fábricas con doble capacidad —para moda y suministros médicos en crisis— podrían beneficiarse de fondos de defensa. En España, donde el textil supone el 3% del PIB, este enfoque multidimensional gana adeptos.

La incógnita del consumidor
¿Aceptarán los clientes pagar más por productos vinculados a cadenas de suministro "seguras"? Analistas sugieren que la narrativa de "lujo responsable" —que ya incluye sostenibilidad— incorporará ahora el componente geopolítico. Campañas que destacan el origen ético de los materiales o la contribución a la seguridad nacional podrían resonar en mercados sensibles, como Alemania o EE.UU.

Mientras gobiernos y ejércitos redibujan mapas estratégicos, la moda demuestra, una vez más, su capacidad para absorber y reinterpretar las corrientes globales. Lo que comenzó como un debate sobre presupuestos militares podría terminar dictando los colores, tejidos y mensajes de las próximas temporadas.