La educación transdisciplinaria como herramienta para descolonizar la historia en las aulas mexicanas
En las escuelas secundarias de Zacapu, Michoacán, un grupo de investigadores llevó a cabo un proyecto innovador para transformar la enseñanza de la historia mediante un enfoque transdisciplinario y decolonial. Los resultados, obtenidos entre diciembre de 2019 y enero de 2020, revelaron cambios significativos en la percepción de los estudiantes hacia esta asignatura, tradicionalmente considerada "aburrida" o "obsoleta".
El estudio, aplicado en tres grupos de la escuela secundaria "Melchor Ocampo", mostró que los alumnos no solo modificaron su concepción sobre el pasado, sino que comenzaron a vincular los contenidos históricos con problemáticas actuales como el feminismo, la migración y la crisis ambiental. Esta metodología, basada en la integración de diversas disciplinas y el cuestionamiento de narrativas eurocéntricas, logró que los jóvenes asociaran la descolonización con conceptos como "libertad", "autonomía" y "reconstrucción".

Un enfoque crítico más allá de los libros de texto
Uno de los hallazgos clave fue el descontento de los estudiantes con las técnicas de enseñanza tradicionales. Durante las observaciones, los adolescentes expresaron frustración ante métodos como dictados, transcripciones de libros y resúmenes, que dominan las clases de historia. En contraste, propusieron alternativas como el uso de videos cortos, cómics, líneas de tiempo interactivas y debates críticos.
"Cuando estudias historia, no tienes trabajo", dijo un estudiante durante el estudio, reflejando una percepción generalizada sobre la poca utilidad de la materia. Sin embargo, tras la intervención pedagógica, muchos comenzaron a verla como una herramienta para entender no solo el pasado, sino también su realidad inmediata.
La importancia del contexto local
El proyecto se estructuró en cuatro bloques temáticos que partían de lo local hacia lo global: historia transdisciplinaria, cosmovisión estudiantil, la región de Zacapu en el contexto latinoamericano y los procesos de descolonización. En actividades como la creación de carteles sobre problemáticas ambientales o la redacción de cartas a figuras históricas femeninas, los jóvenes lograron conectar episodios como la Conquista con desafíos contemporáneos, demostrando una mayor empatía y análisis crítico.
Uno de los ejercicios más reveladores fue el uso del mapa AuthaGraph, que desafía la representación tradicional del mundo basada en la proyección de Mercator. Los estudiantes, inicialmente confundidos, mostraron avances al reflexionar sobre cómo las representaciones cartográficas influyen en la percepción de poder y desigualdad global.
¿Qué sigue?
Aunque el estudio demostró avances, también dejó en evidencia obstáculos estructurales, como la resistencia inicial de algunos docentes y la falta de recursos en las escuelas. La transdisciplinariedad no solo requiere formación pedagógica, sino también flexibilidad curricular para integrar saberes y cuestionar las narrativas hegemónicas.
Los investigadores destacan que esta metodología podría replicarse en otras regiones de México y Latinoamérica, donde persisten planes de estudio fragmentados y poco críticos. La clave, sugieren, está en empezar desde las realidades estudiantiles y construir puentes entre la historia y otras asignaturas, desde matemáticas hasta literatura.
En un presente marcado por crisis sociales y reevaluaciones culturales, iniciativas como esta plantean una pregunta urgente: ¿cómo enseñar historia sin repetir viejos colonialismos? La respuesta podría estar en aulas donde el pasado no se memoriza, sino que se problematiza.

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