Las abejas experimentan estrés, cambia su comportamiento y estado de ánimo.

Un reciente estudio revela que las abejas pueden mostrar una respuesta negativa al estrés, adoptando comportamientos que reflejan pesimismo en lugar de optimismo. Este hallazgo, llevado a cabo por un equipo de investigadores, arroja luz sobre la capacidad de estos insectos para adaptarse a situaciones adversas en su entorno.

Los experimentos realizados con abejorros mostraron que éstos modificaban su comportamiento después de simular ataques ficticios de depredadores. Según los investigadores, esta respuesta conductual sugiere que las abejas tienen una menor expectativa de recibir recompensas en situaciones estresantes.

Uno de los coautores del estudio, Vivek Nityananda, explicó que las abejas se vuelven más pesimistas tras experimentar estrés, basándose en la falta de expectativas positivas de recompensa. Este cambio en el comportamiento se observó en abejorros entrenados para asociar colores con resultados positivos y negativos, demostrando una clara tendencia a interpretar los estímulos de manera pesimista.

El estudio, publicado en la revista Actas de la Royal Society B, destaca la importancia de comprender cómo las abejas enfrentan el estrés, ya que estas criaturas desempeñan un papel crucial en numerosos ecosistemas. Los hallazgos podrían contribuir a mejorar los esfuerzos de conservación de las abejas, cuya población ha levantado preocupaciones en términos de su preservación.

Aunque aún queda mucho por descubrir sobre las emociones en las abejas, los investigadores señalan que estos insectos experimentan estados emocionales similares a otros animales, incluidos los humanos. Según Olga Procenko, coautora del estudio, las abejas estresadas tienden a adoptar una actitud pesimista ante la ambigüedad, lo que aumenta la probabilidad de experimentar resultados negativos.

Este estudio refuerza la idea de que las abejas son capaces de experimentar estados emocionales, lo que sugiere una complejidad en su comportamiento que va más allá de la mera supervivencia. A medida que la investigación avanza en este campo, se espera obtener más información que permita comprender mejor la vida y el funcionamiento de estos importantes polinizadores en nuestro ecosistema.