Los rebeldes hutíes de Yemen tomaron por asalto la sede de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la capital, Saná, confiscando documentos, mobiliario y vehículos, según informó un alto funcionario de la ONU el martes.
El ataque tuvo lugar en medio de una creciente tensión en Yemen, donde los hutíes controlan vastas áreas, incluida la capital, Saná. La oficina de derechos humanos de la ONU ha estado documentando abusos contra los derechos humanos en el país, lo que ha generado críticas por parte de los rebeldes.
La toma de la sede de la ONU por los hutíes ha provocado preocupación internacional y ha sido condenada por varios países y organizaciones. La ONU ha exigido la liberación inmediata de la sede y ha instado a todas las partes en conflicto en Yemen a respetar el derecho internacional.
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La situación en Yemen es cada vez más compleja, con múltiples grupos armados y facciones en conflicto. Los hutíes han estado en guerra con el gobierno respaldado por Arabia Saudita durante años, lo que ha causado una grave crisis humanitaria en el país.
La toma de la sede de la ONU en Saná es solo el último incidente en una larga lista de violaciones de derechos humanos en Yemen. La comunidad internacional ha instado a todas las partes en conflicto a respetar los derechos humanos y a buscar una solución pacífica a la crisis en el país.
La situación en Yemen sigue siendo volátil y es necesario un compromiso firme de todas las partes para lograr la paz y la estabilidad en la región. La comunidad internacional continuará monitoreando de cerca la situación y brindando apoyo a los esfuerzos de mediación para poner fin al conflicto en Yemen.
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