Tras la contundente derrota de 43 puntos encajada en el segundo encuentro de la serie ante los Thunder de Oklahoma City, los Denver Nuggets celebraron una sesión de reflexión interna, un espacio donde la franqueza fue la tónica dominante. El entrenador interino, David Adelman, subrayó la necesidad de un cambio de enfoque. «No podemos simplemente pasar página y pensar que al haber dividido triunfos ya está todo arreglado», afirmó Adelman. «Si queremos ganar el tercer partido, las cosas deben ser diferentes».
El análisis del encuentro previo, aunque incómodo, resultó esclarecedor, según Adelman. «Muchos jugadores expresaron sus sensaciones tras la noche anterior», comentó el técnico. «Eso nos permite avanzar y mejorar en el próximo compromiso». El sentimiento general, según Adelman, fue de vergüenza por el rendimiento mostrado.
La serie se traslada ahora a Denver para el tercer partido. La carga de partidos ha sido un factor a considerar para los Nuggets, que han disputado seis encuentros desde el 29 de abril, en contraste con los nueve días de descanso que disfrutaron los Thunder antes de esta semifinal tras barrer a los Grizzlies en la primera ronda.

Denver superó una ardua serie a siete partidos contra los Clippers de Los Ángeles y, apenas 48 horas después, se impuso a Oklahoma City en el primer asalto gracias a un triple de Aaron Gordon que culminó una remontada en los minutos finales. Sin embargo, el desgaste se hizo evidente en el segundo encuentro, donde los Nuggets cedieron terreno desde los primeros compases y no lograron ofrecer una resistencia significativa ante el vendaval ofensivo de los Thunder.
«Aunque no diría que no estábamos listos para jugar, creo que no estábamos preparados para jugar a ese nivel», señaló Adelman. «Cuando ellos salieron con la intensidad que mostraron, nuestra reacción tardó demasiado en comprender la naturaleza del partido».
Más allá de las correcciones tácticas, “todo se reduce a la mentalidad con la que afrontemos el próximo partido”, enfatizó Adelman. “Tuvimos una gran mentalidad en el primer encuentro. Aunque en ese partido también estuvimos por detrás, nunca sentimos que soltáramos la cuerda. Ayer, por el contrario, sentí que soltamos la cuerda y que ellos jugaron a un nivel extremadamente alto”. La fatiga, aunque un factor presente en el calendario de postemporada, no puede ser una excusa permanente. “La fatiga es una palabra que se puede usar cuando se pierde en los playoffs y, aunque es un factor, es parte de lo que es la postemporada”, concluyó Adelman. “Encontrar ese siguiente nivel, el segundo y tercer aliento, encontrar energía colectivamente unos de otros, es así como se ganan estos partidos”.

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