Partido Republicano impulsa candidatos de terceros partidos para desviar votos de Harris.

Un infiltrado operativo republicano respalda a candidatos de terceros partidos liberales en estados clave

En una estrategia cuestionable, una red de operativos políticos republicanos está buscando influir en las elecciones de noviembre de una manera que favorezca al ex presidente Donald Trump. Su objetivo es apoyar a candidatos de terceros partidos como Cornel West, con el propósito de ofrecer a los votantes liberales una alternativa que pueda restar apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata.

Aunque no está claro quién está financiando este esfuerzo, podría tener un impacto significativo en estados que fueron decididos por márgenes mínimos en las elecciones de 2020, ganadas por el demócrata Joe Biden. Este respaldo republicano se extiende no solo a West, sino también a otros candidatos como Jill Stein del Partido Verde.

Mientras algunos demócratas exploran maneras de fomentar la candidatura de Randall Terry, un candidato presidencial antiaborto del Partido Constitución, con la esperanza de atraer votantes de Trump, el esfuerzo republicano parece ser mucho más amplio. Después de años de acusaciones de Trump sobre «amañar» las elecciones, son sus aliados quienes ahora están llevando a cabo una campaña extensa y a veces engañosa para inclinar el voto a su favor.

Uno de los principales actores en este impulso es Paul Hamrick, representante de la organización sin fines de lucro People Over Party. Hamrick, que ha estado involucrado en movimientos políticos republicanos en el pasado, ha trabajado para colocar los nombres de West y otros candidatos en las papeletas electorales de varios estados, enfrentando desafíos legales y polémicas sobre el proceso.

A nivel nacional, firmas de abogados alineadas con los republicanos están involucradas en la defensa de los desafíos demócratas contra la presencia de West en las papeletas electorales. Este esfuerzo ha despertado críticas y preocupaciones sobre la influencia de terceros partidos y el juego político potencialmente perjudicial que puede resultar de estas acciones.

Este tipo de intervención estratégica en las elecciones está siendo cuestionada por expertos legales y analistas políticos debido a las implicaciones negativas que puede tener en la integridad y transparencia del proceso electoral. La manipulación a través de candidatos de terceros partidos es vista como un recurso peligroso que puede socavar la democracia y favorecer intereses partidistas sobre la voluntad popular.