Redacción - El Semanal
La selección masculina de fútbol de Estados Unidos cerró la ventana internacional de septiembre con un decepcionante empate 1-1 contra Nueva Zelanda el martes. Un partido que los Estados Unidos controlaron en gran medida, y que merecidamente tomaron la delantera en el minuto 69 gracias a una secuencia de 11 pases que fue bien culminada por el suplente Christian Pulisic. Sin embargo, como ha sido habitual durante este verano cruel para el USMNT, no pudieron cerrar el trato, concediendo de manera extraña en los minutos finales.
El resultado, contra un equipo al que Estados Unidos debería haber derrotado fácilmente, frente a un Estadio TQL solo dos tercios lleno, resultó ser un final apropiado para un periodo de tres meses brutal. Incluyendo un par de partidos de calentamiento de la Copa América, el USMNT prevaleció solo una vez en ese tiempo, una victoria 2-0 sobre un Bolivia desfavorecido. En general, Estados Unidos tuvo un récord de 1-4-2. Es el fin de un capítulo en el que los jugadores no mirarán con cariño.
El empate significó el cierre de una etapa, y todos los ojos ahora están puestos en el futuro con la llegada de Mauricio Pochettino como próximo entrenador de Estados Unidos. El anuncio de la contratación de Pochettino trajo consigo una celebración efusiva. Los jugadores fueron informados el domingo de que Pochettino probablemente se uniría al equipo y, el martes, les confirmaron que así sería. Por fin, el USMNT contará con un entrenador de alto perfil que los fanáticos han anhelado. Por primera vez en este ciclo de la Copa del Mundo, hay un motivo para mirar hacia adelante con optimismo. Los jugadores parecen estar listos para abrazar el cambio.
El partido tuvo un aire de último día de clases, especialmente con un nuevo director en Pochettino listo para tomar el mando. El pasado no se puede deshacer, pero todos los jugadores parecen beneficiarse de un nuevo comienzo. Aunque este no era el mejor equipo de Estados Unidos, uno puede imaginar que las pruebas para los puestos han comenzado en serio. Pochettino, seguramente, estaba observando desde algún lugar, probablemente en un hotel en Nueva York donde será presentado oficialmente el viernes.
El futuro se presenta prometedor con la llegada de Pochettino, y el cambio de mentalidad y cultura parece ser el foco principal. Los jugadores destacan la necesidad de una mentalidad ganadora que ha faltado en el equipo. Pochettino trae consigo un bagaje de experiencia y éxito que se espera pueda transmitir al equipo nacional de Estados Unidos. A medida que se avecina un nuevo ciclo para el USMNT bajo el liderazgo de Pochettino, las expectativas y la esperanza aumentan entre los jugadores y los fanáticos.
En resumen, el empate del USMNT contra Nueva Zelanda demuestra la urgencia de reiniciar y revitalizar el equipo bajo la dirección de Mauricio Pochettino. Con el nuevo entrenador asumiendo el cargo, los jugadores y los seguidores tienen razones legítimas para mirar hacia el futuro con entusiasmo y esperanza de un cambio positivo en el rendimiento y la mentalidad del equipo.
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