En Portugal, más de 100 incendios forestales han puesto a prueba a miles de bomberos en el norte del país, con un saldo de siete muertos desde el fin de semana. El Primer Ministro portugués, Luís Montenegro, declaró estado de calamidad en las zonas más afectadas, movilizando más bomberos y funcionarios públicos. También instó a los investigadores policiales a redoblar sus esfuerzos para encontrar a los responsables de iniciar los incendios y prometió ayuda a aquellos que han perdido sus hogares o han sido evacuados.
Según el servicio satelital europeo Copernicus, más de 15,000 hectáreas han sido arrasadas por el fuego y se han detectado 13 kilómetros de frentes de fuego. Se estima que unas 210,000 personas se encuentran expuestas al riesgo de incendios. Las condiciones de calor y sequía que han propiciado los incendios en Portugal esta semana coincidieron con inundaciones en Europa central. La Unión Europea señaló que estos fenómenos climáticos extremos son prueba de un «colapso climático».
España ha enviado 240 soldados y vehículos especializados en combatir incendios a Portugal, mientras que Francia, Italia y Marruecos también han respondido a la solicitud de ayuda con aviones cisterna. Las autoridades portuguesas han arrestado a siete hombres sospechosos de iniciar incendios. Las fuerzas de seguridad han sido llamadas a perseguir tanto a los incendiarios como a aquellos que han provocado fuegos por negligencia.
Entre las zonas más afectadas se encuentra el distrito de Aveiro, al sur de la ciudad de Oporto, pero también hay importantes incendios fuera de control en otras áreas boscosas. Las autoridades aún no han proporcionado cifras sobre los daños materiales o el número de evacuados, pero las imágenes televisivas muestran casas carbonizadas en pueblos rurales y residentes locales luchando contra las llamas con cubos de agua y mangueras.
Tres bomberos fallecieron en su vehículo el martes, mientras que otro murió por una «enfermedad repentina» mientras estaba de servicio durante el fin de semana. Tres civiles también han perdido la vida, según las autoridades de protección civil. Los servicios de salud han atendido a 10 personas gravemente heridas y otras 49 con lesiones menores. Portugal sufrió devastadores incendios en 2017 que causaron la muerte de más de 120 personas. Los expertos vinculan los incendios al cambio climático y al abandono de las prácticas agrícolas y forestales tradicionales que ayudaban a mantener limpias las zonas rurales.
En resumen, Portugal se enfrenta a una situación crítica debido a los incendios forestales, que han cobrado vidas y causado destrucción. La respuesta internacional y la movilización de recursos son clave para hacer frente a esta emergencia y prevenir futuras tragedias.
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