La polémica se desató cuando Snoop Dogg confesó en el podcast It’s Giving que la representación LGTBQ+ en la película Lightyear, spin-off de Toy Story, le tomó por sorpresa durante una salida al cine con sus nietos. El rapero relató que la escena en la que dos mujeres se besan y crían a un hijo juntas generó múltiples preguntas en los niños, interrogantes para los que, admitió, no tenía respuestas. "Fue incómodo. Solo quería ver la película, no explicar realidades sociales", afirmó.
Sin embargo, la controversia escaló cuando aparecieron comentarios en Instagram atribuidos al artista, donde supuestamente pedía disculpas: "Mis amigos gays saben cómo soy. Me pilló desprevenido". Horas después, su representante desmintió la autenticidad de esos mensajes, calificándolos de falsos y dejando en el aire la identidad de quien los publicó.
La cinta animada de Pixar, centrada en el origen del personaje Buzz Lightyear, incluye una relación entre la comandante Alisha Hawthorne (voz de Uzo Aduba) y su esposa Kiko, mostrando brevemente su vida en común. Este gesto, aunque mínimo, ha sido defendido por la guionista Lauren Gunderson: "El amor queer no es ficción. Lo que sí lo son los viajes espaciales o un gato robot hablante", escribió en redes, rechazando las críticas.

Mientras algunos aplauden la inclusión en producciones infantiles como un reflejo de la diversidad familiar actual, otros, como Snoop, cuestionan su abordaje en películas dirigidas a audiencias tan jóvenes. El debate sigue abierto: ¿Dónde está el límite entre la normalización y la sobreexposición en el entretenimiento infantil?
(Nota: Este artículo fue actualizado tras la desmentida del representante de Snoop Dogg sobre los comentarios en Instagram.)
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