Suiza implementa medidas para regular el uso del código abierto en empresas

El gobierno suizo ha dado un paso importante al promover el uso de software de código abierto en sus administraciones públicas. Según la Ley Federal sobre el Uso de Medios Electrónicos en el Desempeño de Tareas Gubernamentales (EMBAG), las agencias federales ahora están obligadas a utilizar software de código abierto desarrollado internamente o por terceros. Esta legislación también exige la publicación del código fuente del software bajo licencias abiertas, a menos que haya razones de seguridad que lo impidan.

Dentro de esta dinámica, las agencias cubiertas por la ley no solo deben actualizar sus sistemas, sino también divulgar datos administrativos no personales y no sensibles a la seguridad. Los ciudadanos suecos pueden acceder a información pública relevante de más de 140 organizaciones públicas y privadas a través de portales de datos abiertos, sin necesidad de registrarse para acceder a su contenido. Estos datos están organizados en categorías como Demografía y Sociedad, Educación, Cultura y Deporte, Salud, Medio Ambiente, Economía y Finanzas, o Energía, y se presentan en formatos como JSON o XML.

El objetivo de esta iniciativa es aumentar la transparencia, la seguridad y la eficiencia en la gestión gubernamental. Sin embargo, ha generado críticas por parte de los defensores de las empresas de software propietario, quienes temen que la adopción generalizada de software de código abierto pueda perjudicar sus negocios en el país. Cada opción (software de código abierto y software de código cerrado) tiene sus propias ventajas y desventajas, siendo el primero asociado con una mayor confianza al permitir a los usuarios analizar, modificar y distribuir el código, mientras que el segundo restringe el acceso al código fuente a desarrolladores autorizados.

En resumen, la implementación de software de código abierto en las administraciones públicas suizas busca mejorar la transparencia y eficiencia en la gestión de datos y sistemas. Esta medida ha generado debate entre defensores de la innovación abierta y críticos que temen las repercusiones en el sector de software propietario. Sin embargo, la transparencia y accesibilidad que ofrece el software de código abierto puede ser un paso positivo hacia una mayor apertura y colaboración en el ámbito gubernamental.