La presión sobre Hungría aumenta por sus acercamientos a Rusia
BUDAPEST – El Primer Ministro Viktor Orbán de Hungría se encuentra en el ojo del huracán político después de sus recientes viajes a Moscú y Pekín en busca de una supuesta «misión de paz» para poner fin a la guerra en Ucrania. Estas acciones han generado controversia entre los países socios de la Unión Europea, que ven con desconfianza las intenciones de Orbán.
El jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, anunció en Bruselas que Hungría no podrá albergar la importante reunión estratégica de ministros de Relaciones Exteriores y Defensa el próximo mes, argumentando la necesidad de enviar una «señal», aunque simbólica, a Hungría. Esta reunión, conocida como Gymnich, se llevará a cabo en Bruselas en lugar de Budapest, la capital de Hungría.
Orbán, conocido por su cálido acercamiento a Rusia dentro de la UE, se encuentra prácticamente aislado políticamente en su postura sobre la guerra en Ucrania. Mientras todos los demás socios de la UE apoyan sanciones contra Moscú y ayuda militar para Ucrania, el gobierno de Orbán ha bloqueado estas medidas, generando tensiones dentro del bloque comunitario.
Antes de que se hiciera pública la decisión de cambiar la sede de la reunión, el Ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, calificó la idea como una «fantástica venganza», denunciando los ataques que consideró «conciertos, histéricos y a menudo burlones» contra los encuentros sorpresa de Orbán con Putin y Xi Jinping.
A pesar de la postura crítica de la mayoría de los países de la UE hacia las acciones de Orbán, el ministro Borrell explicó que había divergencia entre los estados miembros sobre la decisión de mudar la reunión a Bruselas. Finalmente, destacó que era su potestad tomar esa determinación.
El nacionalista Orbán sorprendió a sus colegas europeos al presentarse como portavoz de los 27 países de la UE durante sus reuniones con Putin y Xi. Sin embargo, líderes de la UE negaron que representara al bloque en esas conversaciones, y algunos países, así como la Comisión Europea, anunciaron que boicotearían las reuniones informales organizadas por Hungría, enviando en su lugar funcionarios de menor rango.
Desde que Hungría asumió la presidencia rotatoria de la UE el 1 de julio, Orbán ha viajado por varios países, incluyendo Ucrania, Rusia, Azerbaiyán, China y Estados Unidos, en una gira que él mismo ha denominado como una «misión de paz» para el fin de la guerra rusa en Ucrania. Sus críticos lo acusan de actuar en contra de la unidad y los intereses de la UE y la OTAN, de los cuales Hungría es miembro, y de buscar una estrategia de apaciguamiento hacia Rusia a pesar de su invasión a Ucrania.
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