El Tribunal de Derechos Humanos falla a favor de Caster Semenya: Suiza no le dio un juicio justo
La atleta sudafricana Caster Semenya, bicampeona olímpica y triple campeona mundial en los 800 metros, ha ganado una batalla clave en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Este organismo ha dictaminado que Suiza violó sus derechos al no permitirle un recurso efectivo contra las regulaciones que le impedían competir sin medicación para reducir sus niveles de testosterona. Sin embargo, el fallo no deroga automáticamente las polémicas normas que han marcado su carrera.
El caso se remonta a 2019, cuando la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (World Athletics) estableció que las atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD) debían mantener sus niveles de testosterona por debajo de los 5 nmol/L para competir en pruebas femeninas entre los 400 metros y la milla. Semenya, que tiene una condición genética que eleva naturalmente sus niveles de testosterona, se negó a seguir el tratamiento hormonal alegando que equivalía a una violación de su identidad y dignidad.

El TEDH determinó que Suiza, al no garantizar un proceso justo en su recurso contra la normativa, infringió el artículo 6 (derecho a un juicio equitativo) y el artículo 13 (derecho a un recurso efectivo) del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Sin embargo, el tribunal no se pronunció sobre el fondo del caso: si las regulaciones son discriminatorias o no. Esto deja la puerta abierta a futuras disputas legales, aunque Semenya ya no podrá volver a competir en sus distancias favoritas bajo las normas actuales.
Expertos en derecho deportivo señalan que el fallo podría sentar un precedente para otros casos similares, especialmente en deportes donde la regulación de la testosterona ha generado controversia. Sin embargo, World Athletics ha reiterado su postura: las normas buscan garantizar una competencia justa entre mujeres, argumento que ha sido respaldado por tribunales deportivos como el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Mientras tanto, Semenya, que actualmente intenta clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024 en los 5.000 metros —una prueba no afectada por las normas—, sigue siendo un símbolo de la lucha contra lo que muchos consideran discriminación basada en la biología. Su caso ha reavivado el debate sobre cómo equilibrar la inclusión y la equidad en el deporte de élite, un dilema que, tras este fallo, está lejos de resolverse.
El gobierno suizo tiene ahora tres meses para apelar la decisión ante la Gran Sala del TEDH. Mientras, organizaciones de derechos humanos y colectivos LGTBI+ celebran el veredicto como una victoria parcial, pero significativa, en la defensa de los derechos de las atletas intersexuales.

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