El Telón de Acero Comercial: Trump Eleva los Aranceles a Canadá en Medio de Tensiones Sin Resolver
La Casa Blanca ha decidido elevar los aranceles sobre las importaciones canadienses del 25% al 35%, una medida que entrará en vigor este viernes a medianoche. La decisión, firmada por orden ejecutiva, marca un nuevo capítulo en la tensa relación comercial entre ambos países, que aún no han logrado cerrar un acuerdo tras semanas de negociaciones infructuosas.
Según fuentes oficiales estadounidenses, el incremento responde a la "inacción" de Canadá en el control del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, así como a los aranceles retaliatorios impuestos por Ottawa a productos norteamericanos. "Canadá no ha cooperado lo suficiente para frenar el flujo de drogas ilegales, lo cual representa una emergencia nacional", justificó la administración en un comunicado.

Aunque los bienes comerciados bajo el tratado CUSMA (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá) mantendrán su exención, el resto de productos enfrentarán este nuevo gravamen, con una tasa adicional del 40% para aquellos que intenten eludir las tarifas mediante triangulación con terceros países. El primer ministro canadiense, Mark Carney, había advertido días atrás que las conversaciones podrían extenderse más allá del plazo límite del 1 de agosto.
¿Una Guerra Comercial con Raíces Más Profundas?
El tono agresivo del mandatario estadounidense no es nuevo. Durante meses, Trump ha criticado abiertamente políticas canadienses como el sistema de gestión láctea o el gasto militar, insistiendo en que su país "merece un trato justo". Sin embargo, la situación se agravó tras el anuncio de Canadá de reconocer al Estado palestino antes de septiembre, una decisión que, según el presidente, complicaría aún más las negociaciones.
Los datos, no obstante, pintan un panorama contradictorio. Informes de aduanas estadounidenses revelan que apenas el 1% del fentanilo incautado en la frontera norte procede de Canadá, aunque las cifras han experimentado un repunte puntual este año. "El volumen interceptado podría haber causado millones de muertes por sobredosis", alegó la Casa Blanca, mientras expertos cuestionan si el argumento sanitario es solo un pretexto para presionar en la mesa de diálogo.
Mientras el ministro de Comercio canadiense, Dominic LeBlanc, continúa las negociaciones en Washington, analistas advierten sobre el impacto económico que supondría una escalada prolongada. El sector textil, por ejemplo, ya explora alternativas ante el encarecimiento de materias primas, y pequeñas empresas temen verse ahogadas por los costos adicionales.
En este juego de altas apuestas, una pregunta sigue sin respuesta: ¿lograrán ambos países destrabar el conflicto antes de que los aranceles golpeen con toda su fuerza? Por ahora, las perspectivas parecen tan frías como el invierno canadiense.

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