Redacción - El Semanal
En la región devastada por la guerra en Gaza, la propagación de la polio es una grave preocupación que amenaza con afectar a más niños a menos que se logre un acceso rápido a las vacunas. Según la agencia de la ONU para los refugiados de Palestina, UNRWA, es imperativo detener el brote de polio en Gaza antes de que más niños queden paralizados y el virus se propague. Louise Wateridge, portavoz de UNRWA, enfatizó la importancia de facilitar la campaña de vacunación en el norte mediante la implementación de pausas humanitarias.
Para interrumpir la transmisión del virus de la polio, al menos el 90 por ciento de todos los niños en cada comunidad y barrio deben recibir una segunda dosis de la vacuna después del relativo éxito de la primera ronda el mes pasado. Se ha planificado la inoculación de más de 640,000 niños contra la polio en Gaza, donde el virus reapareció durante la guerra, a pesar de haber sido erradicado hace 25 años.
Desafortunadamente, la tercera y última fase de la campaña de vacunación, que estaba programada para comenzar hace más de 24 horas en el norte, tuvo que ser pospuesta debido a la violencia creciente, los intensos bombardeos, las órdenes de desplazamiento masivo y la falta de pausas humanitarias aseguradas. Las condiciones actuales, incluidos los ataques continuos a la infraestructura civil, continúan poniendo en peligro la seguridad de las personas y obstaculizan el movimiento en el norte de Gaza, dificultando que las familias lleven a sus hijos de manera segura para ser vacunados.
Desde el inicio de la segunda ronda de la campaña de polio el 14 de octubre, se han vacunado con éxito 442,855 niños menores de 10 años en el centro y sur de la Franja de Gaza, alcanzando el 94 por ciento de la meta en esas áreas. Sin embargo, la situación en el norte de Gaza se describe como una «pesadilla» que se agrava rápidamente, con más de 400,000 personas atrapadas y la intensificación de las operaciones militares israelíes debido a la supuesta reorganización de militantes de Hamas en la zona.
La falta de acceso a alimentos y ayuda en el norte de Gaza ha generado un sufrimiento extremo entre la población, con niveles alarmantes de muertes, lesiones y destrucción. La ofensiva militar ha cortado el suministro de agua esencial para la supervivencia, y los puntos médicos de UNRWA en el norte y sus ocho pozos de agua en Jabalia están fuera de servicio. Esta situación ha obligado a las personas a arriesgar sus vidas en busca de agua potable.
En medio de esta crisis humanitaria, la violencia ha alcanzado a personal e instalaciones de la UNRWA, con al menos 232 empleados de la agencia fallecidos y más de 200 de sus instalaciones dañadas o destruidas. Además, se ha planteado en la Knesset israelí una legislación que busca poner fin a las operaciones de la UNRWA en el Territorio Palestino Ocupado, lo que representa una amenaza para la labor humanitaria en la región.
El llamado urgente es a detener la escalada de violencia y garantizar el acceso a vacunas y ayuda humanitaria para proteger a la población más vulnerable, especialmente a los niños que corren el riesgo de contraer polio en medio de un conflicto devastador. La comunidad internacional debe actuar de manera coordinada y efectiva para evitar una emergencia de salud pública que podría tener consecuencias desastrosas para la población de Gaza.
Considero que el artículo presenta una visión incompleta de la situación, ya que no aborda las dificultades logísticas y políticas que impiden la distribución efectiva de vacunas en zonas de conflicto. Sería de gran relevancia profundizar en estos aspectos para comprender en su totalidad los desafíos a los que se enfrenta la erradicación de la polio en dichas áreas. Además, sería enriquecedor incluir información sobre las estrategias alternativas que se podrían implementar para superar estas barreras y lograr una cobertura vacunal más amplia.