Las ruedas de los vehículos contaminan el ambiente con microplásticos.

Las ruedas de los coches: una fuente significativa de microplásticos en el medio ambiente

La abrasión mecánica de los neumáticos con las carreteras conlleva la liberación continua de partículas al entorno, las cuales han sido identificadas recientemente como microplásticos debido a su composición, estado sólido, insolubilidad y tamaño. Según estimaciones en países como China, Noruega y Dinamarca, los compuestos emitidos por los neumáticos en funcionamiento podrían constituir la principal fuente de microplásticos vertidos en la naturaleza.

Un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que el 28% de los microplásticos primarios liberados en los océanos proviene de las ruedas de los vehículos. Las partículas más pequeñas son emitidas al aire, mientras que las más grandes se depositan en las carreteras y pueden ser transportadas por el agua hacia el suelo o cursos de agua cercanos.

Los neumáticos están compuestos principalmente por caucho, ya sea natural o sintético, junto con agentes de refuerzo como el negro de carbón y la sílice, agentes de vulcanización como el zinc, aceites y una variedad de aditivos. Sin embargo, las características de las partículas resultantes del desgaste de los neumáticos no están completamente comprendidas, ya que también pueden incluir materiales de la carretera y el entorno circundante.

Detectar estas partículas en el medio ambiente representa un desafío para la comunidad científica, dada la dificultad de identificarlas mediante métodos convencionales de espectroscopia. Por tanto, las concentraciones ambientales suelen estimarse a través de marcadores químicos como el zinc o los benzotiazoles, aunque este enfoque presenta limitaciones.

Los estudios de toxicidad se han centrado en evaluar los efectos de los lixiviados extraídos en condiciones de laboratorio, ignorando en gran medida los impactos físicos de las partículas. Algunos experimentos han demostrado que diversas especies acuáticas pueden ingerir estas partículas, lo que puede influir en su reproducción y crecimiento.

En el medio natural, se han observado efectos adversos de las partículas de neumáticos, como en el caso del producto de transformación 6PPD-quinona, el cual causó una alta mortalidad en salmón coho en arroyos urbanos de EE. UU. Estas observaciones sugieren que las partículas de neumáticos, junto con ciertas sustancias químicas asociadas, podrían representar un riesgo para los ecosistemas acuáticos.

En resumen, existe una necesidad urgente de más estudios que puedan identificar estos compuestos en el medio ambiente y comprender mejor sus efectos en las comunidades acuáticas bajo condiciones reales. Esta investigación permitirá una adecuada evaluación de los riesgos ambientales asociados a las partículas emitidas por los neumáticos y la implementación de medidas para mitigarlos.