Redacción - El Semanal
En Honduras, el conflicto ambiental sigue cobrando víctimas entre los defensores de la tierra y los derechos ambientales. Juan López, un activista ambiental y líder comunitario en Tocoa, fue asesinado el 14 de septiembre, convirtiéndose en la última víctima de la codicia extractiva en el país.
López era uno de los líderes de la resistencia contra la minería en el Parque Nacional Carlos Escaleras. Tras años de lucha y persecución, él y otros activistas lograron ser liberados en febrero de 2022, solo para enfrentarse nuevamente a amenazas y criminalización por parte de empresas extractivas y redes corruptas.
A pesar de la esperanza generada por la elección de Xiomara Castro como presidenta en noviembre de 2021, las redes corruptas de poder político y económico siguen representando una grave amenaza para los defensores ambientales en Honduras. Aunque se han logrado algunas mejoras, como la liberación de los defensores de Guapinol y el arresto del responsable del asesinato de Berta Cáceres, aún quedan reformas pendientes para combatir la impunidad y la corrupción en el país.
La sociedad civil ha condenado el asesinato de López y ha exigido justicia y protección para los defensores ambientales en riesgo. A pesar de algunos avances, como la reciente detención de los responsables del crimen, es fundamental abordar las causas profundas de la violencia, incluida la corrupción ligada a la extracción de recursos naturales.
En un contexto donde el poder económico sigue primando sobre los derechos humanos y ambientales, es crucial que la comunidad internacional brinde apoyo a aquellos que luchan por la protección del medio ambiente y la justicia en Honduras. La tragedia de López no puede quedar impune, y su legado debe servir como un llamado urgente a la acción para proteger a quienes defienden la tierra y el agua en todo el mundo.
Parese increíble que los defensores del medio ambiente tengan que enfrentar tantas amenazas en todo el mundo. Es una pena que su dedicación y esfuerzo sean opacados por intereses egoístas. Ojalá la conciencia de la gente cambie y se dé más apoyo a quienes luchan por la protección de nuestro planeta. ¡Gracias por compartir estas historias que nos hacen reflexionar!