Tras varios años de desarrollo, el código de conducta de supermercados en Canadá finalmente ha superado su última barrera, con la confirmación de que todos los principales supermercados del país han aceptado unirse a este código.
Los ministros federales, provinciales y territoriales de agricultura anunciaron esta noticia durante su reunión anual en Whitehorse, destacando que los dos últimos rezagados, Walmart y Costco, han acordado firmar el código. Según los ministros, esta iniciativa representa un avance positivo hacia la creación de una mayor equidad, transparencia y previsibilidad en la cadena de suministro de alimentos en Canadá, beneficiando tanto a los proveedores como a los consumidores.
La confirmación del apoyo de los cinco principales minoristas del país, incluyendo Loblaw, Walmart, Costco, Metro y Sobeys propiedad de Empire, ha sido descrita como un hito importante por Michael Graydon, CEO de la asociación Food, Health & Consumer Products of Canada y presidente de la junta provisional del código. Graydon resaltó que la participación de todos los minoristas era crucial debido a la naturaleza altamente competitiva del negocio, y añadió que fue fundamental que todos se sumaran al acuerdo.
El objetivo principal de este código voluntario es nivelar el campo de juego para los proveedores y minoristas más pequeños al establecer pautas para negociaciones justas. Sin embargo, su progreso estuvo en peligro el año pasado cuando algunos grandes minoristas expresaron su reluctancia a firmar, argumentando que temían un aumento en los precios minoristas como consecuencia. Frente a esto, surgieron llamados para hacer obligatorio el código, con el comité de la Cámara de los Comunes encargado de estudiar los precios alimentarios advirtiendo a Loblaw y Walmart que, de no sumarse al acuerdo, recomendaría su conversión en ley.
En respuesta a estos desafíos, en mayo Loblaw anunció que aceptaría el código siempre y cuando otros actores de la industria hicieran lo mismo, indicando que sus preocupaciones habían sido abordadas mediante modificaciones en el documento. Tras el anuncio de Loblaw, todas las miradas se dirigieron a Walmart y Costco, quienes finalmente han accedido a respaldar el código.
La presión pública y política sobre los cinco principales supermercados de Canadá ha sido intensa, especialmente en medio del incremento del 22% en el precio de los alimentos en los últimos cuatro años. Ante acusaciones de lucro excesivo, algunos consumidores llegaron incluso a boicotear a Loblaw a principios de este año. No obstante, los supermercados han defendido su posición ante los legisladores, argumentando que no son responsables del alza en los precios de los alimentos.
En un intento por estabilizar los precios y garantizar el cumplimiento del código de conducta, la Oficina de Competencia ha iniciado investigaciones sobre las empresas matrices de Loblaws y Sobeys por presunta conducta anticompetitiva. Dichas investigaciones se centran en el uso de controles de propiedad en el sector y cláusulas en alquileres comerciales diseñadas para restringir la competencia, una situación que afecta tanto a los supermercados canadienses más pequeños como a posibles nuevos participantes extranjeros en el sector.
El ministro de Industria, Francois-Philippe Champagne, ha manifestado su interés en atraer a un supermercado extranjero a Canadá para fortalecer la competencia. En este contexto de cambios y regulaciones en la industria alimentaria canadiense, la adhesión de todos los actores clave al código de conducta de supermercados representa un paso significativo hacia una mayor transparencia y equidad en la cadena de suministro alimentario del país.
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