La colección de primavera 2026 de EgonLab, presentada recientemente en el marco de la Semana de la Moda de París, fue un homenaje a la región francesa de Bretaña y, en particular, a René Glémarec, abuelo de uno de los diseñadores, Florentin Glémarec, y «musa eterna» de la marca, fallecido en noviembre de 2022. La colección, obra de los diseñadores Florentin Glémarec y Kévin Nompeix, se inspiró en el patrimonio textil de Bretaña, representado por una pieza de museo del siglo XIX, un plastrón que destacó por su belleza y artesanía.
Los diseñadores, finalistas del Premio ANDAM de este año, decidieron alejarse de los típicos diseños bretones, como las famosas camisas de la región, y centrarse en la herencia artesanal de la zona, explorando técnicas como el encaje y el bordado. El desfile comenzó con un traje negro cincelado con puños doblados y un cierre de metal dorado, junto con una máscara facial de encaje que evocaba la coiffe bigoudène, un tocado tradicional de la región.
A lo largo de la colección, se pudieron apreciar prendas que suavizaban las proporciones generosas de la marca, eliminando forros y hombreras para dar un toque más cotidiano a los diseños. Entre las piezas destacadas se encontraban un «canadian tuxedo» con un gradiente de color ocre, chaquetas dobles con cuellos de solapa, pantalones impecables con cierres laterales que recordaban a los pantalones de los marineros, y cárdigans de doble capa, uno de ellos transformado en una superposición gráfica pero funcional.

Además de estas creaciones, la colección también presentó nuevas interpretaciones de la híbrida falda-pantalón, característica de la marca, y colaboraciones ingeniosas con Longchamp para bolsos y Bearbricks para creaciones tipo Labubu. Estos elementos no solo reflejaron las raíces de la marca, sino también su evolución y crecimiento.
La posibilidad de expansión de EgonLab no solo se vislumbra en una eventual victoria en el Premio ANDAM, sino también en la introducción de una línea de ropa para mujer, como se desprende de la presencia de un vestido negro dramático con un dobladillo de pañuelo en la pasarela, que resultó ser una de las piezas más destacadas del desfile. Con esta colección, EgonLab demuestra su compromiso con la innovación, la artesanía y la herencia cultural, posicionándose como una marca a tener en cuenta en el futuro de la moda.

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