La Unión Europea restringirá cantidad de líquidos en equipaje de mano a partir de septiembre. Alarma por bajo cumplimiento.

Una importante modificación en las normas de equipaje de mano en los aeropuertos europeos está a punto de entrar en vigor a partir del 1 de septiembre, generando gran expectación entre los viajeros. Esta medida, anunciada por la Oficina de Tráfico y Transportes de la Comisión Europea el pasado 31 de julio, ha despertado tanto interés como especulaciones.

Uno de los aspectos más impactantes de esta nueva regulación es la restricción en cuanto a la cantidad de líquidos que se pueden llevar en el equipaje de mano. Anteriormente, la norma establecía que los líquidos debían ser transportados en contenedores de no más de 100ml, una medida que ahora sufrirá modificaciones importantes. La introducción de los equipos de detección de explosivos EDSCB garantiza mayor eficiencia en los controles sin la necesidad de retirar líquidos o dispositivos electrónicos de las mochilas, permitiendo el transporte de envases de mayor capacidad.

Es importante destacar que esta nueva regulación es temporal y tendrá un impacto significativo en los aeropuertos europeos que han invertido en los nuevos sistemas de escáneres. En España, por ejemplo, AENA ha confirmado la implementación de los dispositivos EDSCB en aeropuertos como Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, priorizando la comodidad de los pasajeros que representan el 40% del tráfico aéreo en el país.

Sin embargo, a pesar de los cambios tecnológicos, la realidad es que para los viajeros poco ha cambiado en términos prácticos. Para evitar restricciones en el transporte de líquidos, los pasajeros aún deberán volar desde y hacia aeropuertos equipados con los nuevos sistemas de detección, lo que puede resultar inconveniente en muchos casos.

En resumen, aunque se ha generado gran expectación en torno a los cambios en el equipaje de mano en los aeropuertos europeos, en la práctica la modificación de las normas parece tener un impacto limitado para la mayoría de los viajeros. La implementación de los nuevos sistemas de escaneo representa un avance tecnológico importante, pero quizás no tan revolucionario como se ha anunciado inicialmente.

En definitiva, la adaptación a estas nuevas medidas requerirá la comprensión y colaboración de los viajeros, así como de las autoridades aeroportuarias, para garantizar una transición sin contratiempos y velar por la seguridad en los desplazamientos aéreos.