El legado del culturista Craig Licker: disciplina, humor y una vida privada resguardada
El mundo del culturismo despide a una de sus figuras más destacadas, Craig Licker, fallecido a los 57 años. Aunque la causa de su muerte no ha sido revelada, su trayectoria como atleta y su influencia en la comunidad fitness siguen resonando. Las reacciones de sus colegas y admiradores pintan el retrato de un hombre entregado a su disciplina, con un físico excepcional y una personalidad que dejó huella.
Licker alcanzó la cima de su carrera en 1994 al coronarse campeón de los NPC Nationals en la categoría de peso medio, un logro que le valió su tarjeta profesional de la IFBB en una época en la que muy pocos lo conseguían. Su estética muscular y su ética de trabajo lo llevaron a compartir escenarios con leyendas como Ronnie Coleman y Kevin Levrone. Tras un alejamiento temporal del circuito, regresó en 2015 para competir en eventos como el Chicago Pro y el Tampa Pro, demostrando que su pasión por el deporte seguía intacta.

Un referente dentro y fuera del gimnasio
Los testimonios de quienes lo conocieron destacan no solo su dedicación, sino también su carisma. Dave Palumbo, compañero y amigo, recordó su rigor con una anécdota reveladora: "Si le decías que comiera tierra, preguntaba ‘¿cuántas onzas?’". Por su parte, Ron Harris, conocido escritor especializado, lamentó su pérdida en redes sociales, remarcando su origen en Massachusetts y su pasión por los coches deportivos.
La noticia de su fallecimiento también llegó a oídos del Dr. Thomas O’Connor, quien compartió en sus redes el impacto que Licker tuvo en su época: "Un tipo increíble, con un físico fuera de lo común". Estos homenajes reflejan cómo trascendió como mentor, especialmente en los gimnasios de Boston, donde inspiró a nuevas generaciones de atletas.
La intimidad familiar: un espacio protegido
A diferencia de su visibilidad en el ámbito deportivo, Licker mantuvo su vida personal lejos de los reflectores. No se han difundido datos sobre su posible pareja, hijos o familiares cercanos, y su círculo íntimo ha solicitado respeto ante su duelo. Este hermetismo contrasta con la apertura que mostró en su faceta profesional, donde siempre estuvo dispuesto a guiar a otros.
Un deporte bajo la lupa
La muerte de Licker se suma a una serie de pérdidas recientes en el mundo del culturismo, como las de Hayley McNeff (37) y Guilherme Henrique (30), lo que ha reavivado el debate sobre los riesgos asociados a la alta competencia. Investigaciones recientes señalan que los profesionales de esta disciplina enfrentan mayores riesgos cardiovasculares, un tema que exige reflexión sobre los límites y cuidados en el deporte.
Mientras la comunidad llora su partida, el nombre de Craig Licker perdura como sinónimo de excelencia, humor y generosidad, un legado que trasciende trofeos y músculos.
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