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Microsoft adquiere Minecraft: ¿Qué futuro le depara al famoso juego?

16 septiembre 2014

Si quiere entender por qué Mojang, el estudio creador de Minecraft, ha sido comprado por Microsoft, sólo tiene que probar el juego.

La versión de un solo jugador consiste en un individuo solitario que sobrevive en un mundo hostil contando con su ingenio como única herramienta para mantenerse a salvo. Su supervivencia depende de que pueda construir una casa y logre derrotar a monstruos empleando únicamente herramientas y armas hechas con sus manos.

Si los juegos de computador fueran objeto del mismo análisis que se aplica a las novelas, sería fácil interpretar esto como una metáfora de la vida de Markus «Notch» Persson, el creador del juego. En el pasado, Persson ha hablado sobre cómo creció siendo “relativamente pobre” y cómo creó su propio entretenimiento, y se ha preguntado si tendrá que dominar a los mismos “demonios” que perturbaron a su padre. La familia, los amigos y el éxito de las cosas que Notch hizo con sus manos lo ayudaron a prosperar en un mundo severo, pero dicho éxito condujo a otros desafíos, mucho más difíciles de dominar.

Lo que había cambiado fue evidente en la MineCon –una conferencia anual de Minecraft organizada por Mojang- de 2012 donde fue imposible para Notch caminar más de unos pocos metros sin ser agarrado por un fan que quisiera darle la mano, darle un toque en la espalda, tomarle una fotografía o hacer que le firmara su espada de gomaespuma.

El poder de la gente

Esta transformación de ser un programador humilde responsable sólo de su propio código a ser líder de un movimiento global fue algo que nunca le tuvo feliz. Su explicación sincera y sentida sobre por qué deja Mojang –“se trata de mi cordura”- lo subraya. Sabe que ahora Minecraft consiste en monitorear una comunidad, mucho más que en mantener y desarrollar una base de códigos. Y ahí reside el potencial problema para Microsoft.

Con Xbox Live y sus otros servicios en la nube no hay duda de que Microsoft tiene una sólida experiencia sobre cómo gestionar una infraestructura informática a lo grande que sirve a millones de usuarios que pagan. Esto será vital cuando empiece a manejar los sistemas detrás del telón que hacen que Minecraft funcione. Pero Microsoft alienará a dicha comunidad si no se da cuenta de lo personal que es el juego, no sólo para Notch sino para muchas de las personas que lo juegan.

Minecraft es el lugar donde se encuentran con sus amigos y conocen a otros tantos, donde se expresan, donde hacen alarde de su destreza técnica y creativa, donde se encuentran a sí mismos. Lo he experimentado con mis propios hijos, que lo juegan de formas muy diferentes. Uno es muy fanático de las versiones modificadas que incluyen batallas en un estadio o duelos. El otro se pasa horas diseñando casas intrincadas entre senderos de carritos mineros que suben y bajan. A veces construye casas en los árboles que forman bosques. Regularmente también se involucran en aventuras con sus amigos en busca de tesoros, evitando enredaderas y luchando contra arañas, zombis y esqueletos. Ellos, y millones como ellos, sólo pueden hacerlo por la libertad y apertura de Minecraft.

Un juego abierto y libre

La maleabilidad del juego les permite adecuarlo a su estado de ánimo. Esto lo hace dándole a la gente un grado de acceso que Microsoft en su software nunca ha asumido. Y eso es lo que preocupa a millones de personas que juegan a Minecraft. Esos fans no quieren que Microsoft enrede con su libertad para juguetear como gustan. Tienen un profundo sentido de propiedad sobre las cosas que crean en el juego. No hay duda de que será un trabajo delicado para Microsoft teniendo en cuenta lo crítica que puede ser esta comunidad.

Tendrá que trabajar duro para hacer frente a los eternos enemigos de todo jugador online: la pausa y el retraso. Es probable que cualquier problema con la disponibilidad del juego en el futuro será achacada a Microsoft, sea o no culpa de la empresa. Hacer cambios más drásticos al funcionamiento del juego como limitar cómo la gente puede modificarlo, cobrarles por cosas que actualmente son gratis o imponer restricciones sobre cómo le pueden contar al mundo lo que han hecho, puede, si no se maneja bien, hacer que un gran grupo de esa comunidad se vuelva contra Microsoft. Esto sería algo negativo dado que muchos de sus jugadores son ahora menores que crecerán para ser los jugadores del futuro.

Sin duda Microsoft espera impresionarles con su manera de gestionar Minecraft. Si sale mal, se puede convertir en uno de los monstruos a los que la gente se quiere enfrentar y destruir. Siga la sección de tecnología de BBC Mundo a través de @un_mundo_feliz.

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Escrito por Redacción - El Semanal

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