El reciente incidente que involucró a la defensora Savy King del Angel City FC en un partido de la National Women’s Soccer League (NWSL) ha desatado un debate crucial sobre los protocolos de seguridad y la humanidad en el deporte profesional. La Asociación de Jugadoras de la NWSL ha manifestado públicamente que, a su juicio, el encuentro entre Angel City y Utah Royals FC debió ser suspendido tras el desvanecimiento de la jugadora, evento que requirió cerca de diez minutos de atención médica en el terreno de juego.
King fue trasladada a un centro hospitalario en Los Ángeles tras colapsar durante el partido. Días después, el club anunció que la jugadora había sido sometida a cirugía tras detectarse una anomalía cardíaca en exámenes posteriores, aunque su pronóstico ha sido calificado como «excelente». A pesar de la gravedad de la situación, el partido se reanudó y concluyó, una decisión que ha generado una fuerte reacción por parte de las deportistas y su asociación.
La Asociación de Jugadoras de la NWSL ha hecho un llamamiento directo a la liga para que modifique sus protocolos internos, estableciendo que cualquier emergencia médica que requiera la aplicación de medidas vitales debe resultar en la suspensión automática del encuentro. «Estos momentos exigen humanidad, juicio sensato y contención», señalaron en un comunicado. «Cualquier emergencia médica que requiera la administración de atención vital debería poner fin al juego. El partido no debería haber continuado».

La crítica se extiende a la priorización de la humanidad colectiva en situaciones de este calibre, argumentando que tales incidentes deberían activar de inmediato la suspensión del partido. La Asociación ha subrayado su compromiso para convertir esta postura en el estándar dentro de la NWSL. Reconocen la resiliencia y capacidad de las jugadoras, a quienes califican como «competidoras de élite y de clase mundial que han demostrado que pueden rendir en condiciones inimaginables», pero enfatizan que esto no implica que deban hacerlo bajo circunstancias de esta magnitud.
La estrella de las Washington Spirit y de la selección estadounidense, Trinity Rodman, se sumó a la crítica a través de redes sociales, afirmando categóricamente que «en ningún mundo ese juego debió haber continuado».
La NWSL, por su parte, emitió un comunicado inicial indicando que «se siguieron los protocolos de la liga tanto desde una perspectiva médica como de operaciones del juego», y que se evaluarían sus procesos. No obstante, dicho comunicado no especificó cuáles son esos protocolos ni quién tomó la decisión final de continuar el encuentro. Posteriormente, la liga emitió otra declaración en la que destacó que «la seguridad de las jugadoras es primordial para la NWSL», reconociendo la seriedad del incidente y anunciando un proceso «deliberado, cuidadoso y metódico» que incluirá revisiones necesarias para priorizar el bienestar de las jugadoras, el personal y los aficionados. La liga solicitó respeto a la privacidad de Savy King durante este proceso. El partido finalizó con una victoria de Angel City por 2-0. Jugadoras de ambos equipos se mostraron visiblemente afectadas por el incidente, uniéndose con los brazos entrelazados en el círculo central tras la conclusión del encuentro como muestra de solidaridad.

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