Las predicciones sobre quién se alzará con el premio al Novato del Año en la NFL de 2025 ya comienzan a calentar el ambiente, a pesar de que ni siquiera se ha disputado un solo _snap_. Los votantes de estos galardones suelen seguir tendencias predecibles, fuertemente influenciadas por el capital de _draft invertido_ en los jugadores. La producción en el campo, por su parte, depende en gran medida del equipo al que llegan, ya que no todos los novatos obtienen de inmediato un alto volumen de juego. Muchos deben primero abrirse camino en las profundidades de los _roster_ _(_lista de jugadores_).
Analicemos las posibilidades tanto en ataque como en defensa, partiendo por los jugadores seleccionados en las primeras rondas y ampliando la lista gradualmente. En el apartado ofensivo, identificamos una veintena de candidatos con potencial para destacar.
El favorito actual para el premio al Novato Ofensivo del Año es el corredor de los Raiders, Ashton Jeanty. Seleccionado con el sexto _pick_, Jeanty es el corredor elegido más temprano desde Saquon Barkley en 2018, quien precisamente fue el último corredor en ganar este premio. Jeanty era considerado uno de los mejores prospectos de su clase, por encima incluso de Cam Ward, el _quarterback_ de los Titans elegido en primer lugar, lo que subraya la importancia de la posición en las primeras selecciones. A pesar de que la línea ofensiva de los Raiders no se presta a visiones de un juego de carrera espectacular, la combinación del coordinador ofensivo Chip Kelly y una ausencia de competencia en la posición auguran un futuro de alto volumen de acarreos para Jeanty.

Sin embargo, es relevante destacar que Cam Ward se posiciona como segundo favorito y que la historia reciente favorece a los _quarterback_. Desde 2004, nueve de los veinte premios al Novato Ofensivo del Año han recaído en _quarterback_. Cada vez más mariscales de campo juegan como novatos, lo que amplía el abanico de candidatos. Además, las ofensivas modernas, con una marcada tendencia al pase, facilitan que los _quarterback_ produzcan números más abultados.
Los dos últimos ganadores del OROY son un caso instructivo. En 2023, C.J. Stroud, _quarterback_, superó a Puka Nacua, _wide receiver_, a pesar de que este último estableció récords de novato en recepciones y yardas. Un año después, Jayden Daniels se impuso a Brock Bowers, _tight end_, quien batió el récord de recepciones de Nacua y la marca histórica de Mike Ditka para un _tight end_ novato, vigente desde 1961. Aunque Stroud y Daniels merecieron el premio, sus victorias contundentes reflejan un claro sesgo a favor de los _quarterback_ en la votación. Ante la disyuntiva entre un excelente _quarterback_ y un excelente jugador de otra posición, los votantes suelen decantarse por el primero.
Por ello, mi favorito para el Novato Ofensivo del Año es Ward, el único pasador con un camino claro para ser titular la mayor parte de la temporada 2025. Llega a un entorno estable en Tennessee, con una línea ofensiva mejorada y aunque el cuerpo de receptores no sea sobresaliente, tampoco lo eran los de Washington o Houston en años previos. Los siguientes _quarterback_ seleccionados, Jaxson Dart de los Giants y Tyler Shough de los Saints, parten por detrás de veteranos, aunque la incertidumbre sobre la salud del _quarterback_ de los Saints eleva a Shough por encima de Dart en mi consideración.
En cuanto a los _wide receivers_, solo tres han ganado el premio entre 2000 y 2020. Por regla general, necesitan clases de _quarterback_ poco productivas para hacerse con el galardón. La clase de _quarterback_ de 2025 parece previsiblemente modesta en producción, lo que podría abrir la puerta a receptores destacados. El principal candidato es Tetairoa McMillan de las Panthers, undécimo en el _draft_. A diferencia de otros receptores prometedores que llegan a equipos con talento establecido, McMillan tiene la oportunidad de recibir un gran volumen de pases en un equipo necesitado de un receptor principal. Con un _quarterback_ que demuestra capacidad para lanzar pases profundos y un _roster_ carente de estrellas consolidadas en la posición, McMillan posee el potencial para una temporada de más de 1.000 yardas o cerca de diez _touchdowns_.
Mención aparte merece Travis Hunter, jugador bidireccional de los Jaguars. Podría ser un excelente candidato si tuviera garantizado jugar un alto porcentaje de jugadas ofensivas, pero los planes del equipo para él son «fluidos», lo que dificulta prever su volumen de juego. A pesar de ello, lo incluyo en el mismo escalón que otros receptores de segunda ronda.
Volviendo a los corredores, además de Jeanty, Omarion Hampton de los Chargers fue el otro seleccionado en primera ronda. Su llegada a un equipo sin corredores titulares consolidados tras la salida de Gus Edwards y otro corredor, le ofrece una oportunidad excepcional de asumir un rol protagónico. La inversión de primera ronda en Hampton sugiere que el equipo confía en él para liderar el juego de tierra, algo que buscarán potenciar tras una temporada en la que el juego de carrera fue poco efectivo. Otros corredores a considerar, aunque con caminos más complejos, son Quinshon Judkins de los Browns y TreVeyon Henderson de los Patriots.
Pasando al apartado defensivo, el premio al Novato Defensivo del Año es más predecible. Desde el año 2000, la gran mayoría de los ganadores han sido selecciones de primera ronda. Además, el premio parece estar influenciado por el «reconocimiento del nombre». Los _edge rushers_, jugadores que destacan por su capacidad de presionar al _quarterback_, han sido laureados en cinco de las últimas seis temporadas.
Abdul Carter, _edge rusher_ de los Giants, emerge como un candidato principal, aunque la presencia de titulares establecidos en su equipo podría limitar su volumen de juego inicial. Los _defensive tackles_, por su parte, enfrentan la dificultad de acumular estadísticas que suelen ser clave en la votación, como los _sacks_ (_derribos del mariscal de campo contrario_). Desde 2014, solo dos _defensive tackles_ novatos han superado los ocho _sacks_ en una temporada, un umbral que parece necesario para considerarles seriamente para el premio.
Mis favoritos para el Novato Defensivo del Año son Mykel Williams de los 49ers y Jalon Walker de los Falcons. Ambos son talentos de primera ronda que juegan en la posición de _edge rusher_ y llegan a equipos donde tienen un camino claro para obtener volumen de juego. A pesar de no haber sido los más productivos en la universidad, su adecuación a los esquemas defensivos de sus nuevos equipos les posiciona favorablemente. Williams, con su estilo de juego agresivo y la guía de un reconocido entrenador de línea defensiva, podría tener una ligera ventaja en la producción de _sacks_.
Expandiendo la lista de candidatos defensivos, encontramos talentos en diferentes posiciones, pero con distintos obstáculos. Los _safety_ nunca han ganado el premio, y gran parte de los _defensive tackles_ de segunda mitad de primera ronda se enfrentan a una competencia interna significativa o a estilos de juego que no favorecen la acumulación de estadísticas individuales impactantes. Los _cornerbacks_ como Jahdae Barron de los Broncos podrían tener oportunidades si los _quarterback_ evitan lanzar hacia el lado de su compañero estrella, pero su rol inicial podría ser en la posición de _slot_, lo que históricamente no ha resultado en premios de novato.
Entre los candidatos de segunda mitad de primera ronda con potencial, destacan Shemar Stewart de los Bengals y Maxwell Hairston de los Bills. Stewart podría beneficiarse de jugar junto a un _edge rusher_ establecido que atraiga la atención, mientras que Hairston posee las habilidades necesarias para generar intercepciones y retornos impactantes. James Pearce Jr. de los Falcons, elegido en primera ronda a pesar de las dudas previas al _draft_, podría tener oportunidades como _sacker_, pero su transición a la NFL genera cierta incertidumbre.
Finalmente, un candidato inesperado que podría dar la sorpresa es Carson Schwesinger, _linebacker_ de los Browns. Seleccionado al inicio de la segunda ronda, encaja en el perfil de los pocos no-_first-rounders_ que han ganado el DROY. Su capacidad para placar y su potencial para impactar en el juego de pase, sumado a la posible baja de un titular por lesión, podrían abrirle el camino a un alto volumen de juego y a destacar a nivel individual. Otros jugadores de segunda o tercera ronda, a pesar de haber liderado estadísticas en la universidad, enfrentan el hándicap histórico de la posición y la ronda de _draft_ en la votación del premio.

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