Promoviendo la participación de mujeres en la paz y seguridad mundial

En el ámbito de la paz y la seguridad, las mujeres enfrentan graves desafíos que impactan su participación y liderazgo en conflictos armados. Según informes recientes, en 2023 el porcentaje de mujeres fallecidas en conflictos armados se duplicó en comparación con el año anterior, y el número de casos de violencia sexual relacionada con conflictos verificados por la ONU aumentó en un 50 por ciento. Al mismo tiempo, la proporción de ayuda internacional destinada a apoyar la igualdad de género en contextos afectados por conflictos ha disminuido en los últimos años, reflejándose en programas dramáticamente subfinanciados dedicados a áreas como la prevención de la violencia de género durante emergencias humanitarias.

Estos desafíos han sido objeto de atención en la ONU, incluido el Consejo de Seguridad, que en el año 2000 adoptó la resolución 1325, reconociendo las contribuciones vitales que las mujeres realizan en la prevención y resolución de conflictos.

Para avanzar en el papel de las mujeres en la paz y la seguridad, se han identificado ocho iniciativas clave para lograrlo:

1. Mayor presencia en negociaciones de paz: En 2023, solo el 9,6 por ciento de los participantes en más de 50 procesos de paz en todo el mundo eran mujeres. Se insta a las partes en las conversaciones de paz a fijar un objetivo mínimo inicial para que las mujeres representen un tercio de los participantes en la mediación y los procesos de paz, con la meta final de alcanzar la paridad con los hombres.

2. Derogar leyes que violan los derechos humanos: Es crucial que los países deroguen todas las leyes y políticas discriminatorias que vulneran los derechos humanos de las mujeres y las niñas, o que resultan en cualquier forma de discriminación de género. La mayor participación de las mujeres puede influir significativamente en la formulación de leyes y políticas, como se vio en Sierra Leona con la prohibición del matrimonio infantil en 2024.

3. Aumentar el poder de decisión: Las mujeres deben estar involucradas en decisiones cruciales en áreas como resolución de conflictos, coordinación humanitaria, seguridad comunitaria, acceso a la justicia, alerta temprana y mitigación y adaptación al cambio climático. Las cuotas de género pueden utilizarse para incrementar el poder de las mujeres.

4. Responsabilizar a los violadores de derechos: Las autoridades nacionales y los tribunales internacionales deben perseguir a quienes cometan crímenes contra las mujeres en todas las esferas de la vida, incluida la violencia sexual relacionada con conflictos. Es fundamental que se mantengan los avances logrados en los derechos de las mujeres una vez que una misión de la ONU concluya.

5. Proteger a activistas de paz y políticas: Se debe adoptar una política de tolerancia cero ante cualquier forma de intimidación o represalia contra las mujeres por su participación política, trabajo humanitario, actividades de construcción de paz o colaboración con los mecanismos de la ONU.

6. Apoyar a sobrevivientes: Las sobrevivientes de violencia sexual relacionada con conflictos deben tener acceso total a atención sexual y reproductiva, incluyendo servicios de emergencia en casos de embarazos resultantes de violaciones.

7. Priorizar la paz: En un momento en que el mundo enfrenta niveles récord de conflictos armados y violencia, es esencial que se destinen recursos humanos y económicos mínimos a armamentos y gastos militares. Se deben adoptar medidas para acelerar el desarme y mitigar los riesgos de que las armas legalmente vendidas se utilicen para cometer o facilitar la violencia de género y la violencia relacionada con conflictos.