Redacción - El Semanal
La industria de la belleza ha sido testigo de la destacada trayectoria de Carol Hamilton, una ejecutiva que se jubila después de cuatro décadas en L’Oréal. Su legado en la compañía se ve reflejado en el campus de L’Oréal en la costa oeste de Estados Unidos, un espacio de 100,000 pies cuadrados que ella misma diseñó y ejecutó durante la pandemia.
Este proyecto es un símbolo de la evolución de su carrera, que la llevó desde ser una joven marketera en L’Oréal Paris hasta ocupar los puestos más altos de la empresa, incluyendo el de presidenta de adquisiciones. Para Hamilton, este espacio representa la unión de la industria y la vida, reflejando la dinámica del negocio y los consumidores.
El objetivo de Hamilton al diseñar las oficinas era crear un entorno que celebrara la cultura de L’Oréal y fomentara la colaboración entre los equipos. Su visión era lograr un espacio que fuera una experiencia duradera y de alta calidad, que reflejara la esencia de la empresa y su gente.
La dedicación y el amor por L’Oréal que Hamilton ha demostrado a lo largo de su carrera han sido reconocidos por la organización Cosmetic Executive Women (CEW), que le otorgará el Premio al Logro de Toda una Vida durante su 50ª ceremonia anual de premios. Este galardón es un reconocimiento no solo a sus años de servicio, sino también al alcance y el impacto de su trabajo en la industria.
Para Hamilton, este premio es un honor que reconoce su contribución a la industria y su compromiso con la organización, de la que ha sido miembro de la junta directiva desde 1997 y una de las primeras defensoras de su brazo filantrópico, Cancer & Careers. Destaca la importancia de CEW como plataforma para que las mujeres se conecten y comprendan la industria de la belleza en su conjunto.
A lo largo de su carrera, Hamilton ha logrado importantes victorias y ha sido fundamental en la transformación de L’Oréal en uno de los mercados más importantes a nivel global. Su aguda perspicacia estratégica, su energía inagotable y su profunda conexión con los consumidores y su equipo han sido clave en su éxito.
En momentos desafiantes, como durante la recesión de 2008, Hamilton lideró la división de lujo en Estados Unidos implementando iniciativas filantrópicas y de propósito para cada marca bajo su supervisión. Su enfoque fue siempre hacia adelante, buscando soluciones progresistas para el futuro.
Un consejo que Hamilton comparte es saber valorar el propio mérito y no dejar que las emociones nublen el juicio en momentos de política laboral. Siempre pensó en el juego largo, aconsejando demostrar el propio valor pero también ser claro acerca de las contribuciones.
Tras su retiro de L’Oréal, Hamilton encara un nuevo capítulo en su vida, con planes de combinar filantropía, impacto social y belleza. Su compromiso es que todo lo que haga tenga un impacto positivo en el mundo. Para ella, esta nueva etapa supone un comienzo emocionante, lleno de posibilidades para profundizar en aquello que ama.
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