En las últimas noticias provenientes de Ucrania, se reporta un aumento en los ataques aéreos entre Rusia y Ucrania, resultando en civiles heridos y fallecidos. Los enfrentamientos incluyeron ataques con drones, misiles y bombardeos en zonas como Donetsk, Kharkiv, Luhansk y Kherson.
Según medios de comunicación rusos, al menos dos personas perdieron la vida en ataques ucranianos en la región de Donetsk, parcialmente ocupada por Rusia, mientras que las autoridades ucranianas informaron que los ataques rusos dejaron al menos cinco heridos. Además, se señala que Rusia tomó control de dos aldeas en las regiones de Kharkiv y Luhansk, según informes del país.
En el conflicto, se registraron heridos por ataques de drones rusos en la región parcialmente ocupada de Kherson, así como por bombardeos en la región de Kharkiv. Las defensas aéreas de Ucrania interceptaron un total de 35 drones lanzados por Rusia, además de repeler tres misiles balísticos y dos misiles aire-tierra.
En cuanto a la infraestructura, se informó que Rusia atacó instalaciones críticas en la ciudad de Shostka, en la región de Sumy, destruyendo dos instalaciones de calefacción. Esto ha llevado a un llamado por parte de las autoridades locales a la población para que haga un uso prudente de la electricidad y se abastezca de agua.
El enfrentamiento ha provocado cambios mínimos a lo largo de la extensa línea del frente, con movimientos tácticos limitados por parte de ambas naciones, que buscan dañar la infraestructura del otro para debilitar su capacidad de combate. En este sentido, se reporta que las defensas aéreas rusas destruyeron ocho drones en la región de Belgorod y sobre el Mar Negro.
Asimismo, se destaca que las defensas aéreas rusas lograron interceptar dos misiles balísticos de largo alcance en la región de Kherson, que se dirigían hacia Crimea, anexionada por Rusia. En el lado ruso, se reportaron nueve heridos por bombardeos en la ciudad de Shebekino, ubicada en la región de Belgorod, en la frontera con Ucrania.
El conflicto armado entre Rusia y Ucrania, que ya lleva tres años en curso, sigue siendo motivo de preocupación debido a la escalada de violencia y la afectación a civiles inocentes. La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación en la región, en un intento por buscar una solución pacífica a este conflicto en curso.
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